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Fiesta de la nieve: “Cuelgan del techo grandes esferas de poliuretano blanco simulando bolas de nieve que funcionan a la manera de piñatas mexicanas: en determinado momento se tira de una cintita que llevan colgando, se produce un estallido y se abren, cayendo de su interior pequeños juguetes de plástico. Las sillas, mesas, césped y pinos del jardín interior están cubiertos por poliuretano blanco picado, y los participantes juegan a la guerra de las bolas de nieve. Dos proyectores simultáneamente proyectan slides acerca de deportes de invierno sobre las cuatro paredes y el público. Actúan un conjunto beat vestido de muñecos de nieve. Se pone en funcionamiento un equipo estroboscópico y se arrojan, ininterrumpidamente, multitud de globos blancos. Aparecen rollos de serpentina blanca. En ciertos momentos el efecto de la luz negra crea ilusión de una nevada nocturna. Un actor disfrazado de Papá Noel aparece con una gran bolsa en el hombro. La abre y comienza a repartir entre los participantes helados sorpresas. El local queda completamente a oscuras. Una voz en off invita a los participantes a trasladarse al jardín interior, y para ello deben cruzar un prolongado colchón de espuma de goma blanca (piso blando). En el jardín se reparten estrellitas (artículos de pirotecnia) y un muñeco de nieve responde al modelo clásico: redondo, con galera, pipa y una bufanda roja. El muñeco se halla amarrado a uno de los pinos y se halla suspendido en un manojo de grandes globos blancos inflados con gas. Los participantes encienden las estrellitas y mientras la orquesta toca rondas infantiles, el muñeco se pierde en lo alto de la noche. Como fin de la trasnoche se proyecta una película de Charles Chaplin: Carlitos Esquiador. De 24 a 3 horas, 200 participantes (100 parejas), extraído de Experiencias. Buenos Aires: CAYC, 1971.