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Así lo recuerda Juan Pablo Renzi en una entrevista realizada por Guillermo Fantoni: “[Pedro Giacaglia era] nuestro crítico más duro. Hablaba pestes de nosotros, no nos quería para nada y hablaba muy mal, sin siquiera tener un elemento crítico […] Entonces decidimos hacerle un chiste. Fuimos [a la conferencia] y nos sentamos todos juntos. Al principio no sabíamos qué hacer, la cuestión es que Eduardo Favario, que estaba en la punta, se animó y en medio de la charla destapó un frasco de mermelada que habíamos llevado y tiró la tapa, que hizo un ruido bárbaro. Entonces la gente empezó a mirar y nosotros empezamos a comer mermelada. Todos se daban vueltas y nos miraban; se entusiasmaron, empezó a correr el frasco y todos comían mermelada, y seguían pasando el frasco. Giacaglia no pudo seguir la charla, de manera que se levantó y se fue” (en Fantoni, Guillermo. Arte, vanguardia y política en los años ’60. Conversaciones con Juan Pablo Renzi. Buenos Aires: El cielo por asalto, 1998).