La realización del horno de pan cuenta con la participación de un experto en estas construcciones, de apellido Rossi. En las cuarenta y ocho horas que llega a durar el evento, se completa el ciclo propuesto. El concepto aparece ligado a dos de los vectores fundamentales de la poética de Grippo: la reivindicación del trabajo manual unida a la práctica del compartir; las nociones de la alquimia relativas a la transustanciación de los elementos por obra, en este caso, del fuego. En 2006 el crítico y curador francés Nicolás Bourriaud pone a rodar la expresión Estética relacional, para comprender una serie de propuestas aparecidas desde los años '90. Estas hacen de la obra artística, antes que un objeto acabado, un espacio de intercambio donde renovar el lazo social a través de actividades tales como compartir una comida. El término viene teniendo larga fortuna crítica. Inevitable pensar esta realización de Grippo y Gamarra, tantos años anterior, como un antecedente notable.