[...] Hombre de lunes (1966) muestra el busto de un individuo con los brazos cruzados sobre el pecho; la impresión que se recibe es la de un fragmento de cuerpo humano disecado, como esos trofeos de caza mayor que se cuelgan en las paredes. La dolorosa expresión del personaje no es, sin embargo, la de esos trofeos; es la del ser humano que sabe su padecimiento congénito, en la reiniciación de la vida ordinaria que se da el lunes: “Hoy sufro solamente”. [...]