Los distintos accidentes que sufrió la pieza durante el pasado a poliéster, ampollas, saltaduras, fisuras, son marcadas con tela adhesiva que tiene la señal del tono con que hay que retocar. Se mojan estas fallas con monómero de estireno para despertar pegajosidad y luego se procede a repararlas, ya sea con resina líquida, tixotrópica o en las fallas grandes, con el agregado de fibra de vidrio. Se lima dándole la forma adecuada, se lija con lija de agua y finalmente se la termina con pasta de pulir gruesa.