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Se denomina como "retorno al orden" a la consigna que, a partir de la década del diez y como consecuencia de la crisis de las vanguardias históricas, se propone recuperar la representación figurativa de la realidad sobre las sólidas bases del arte clásico, sin renunciar a la libertad lingüística conquistada. Como señala Jorge López Anaya: "[...] muchos artistas se inclinan por nuevas maneras de representar la realidad objetiva dentro del arte figurativo. Ese regreso al orden en la composición plástica, significó para muchos artistas nostalgia y anacronismo, para otros, fue una recuperación activa y crítica de la historia. Asimismo, el retorno a la figura y al objeto se llevó a cabo, no sólo desde citas al pasado sino también desde los aportes de las poéticas del Purismo, del Realismo mágico y de la Scuola Metafisica italiana [...]". Cfr. J. López Anaya. "Arte argentino entre el humanismo y la tardomodernidad" en Una visión de la plástica argentina contemporánea: 1940-1990. Patio Bullrich, Buenos Aires, 1991, s/p.