Carpeta Norte, Buenos Aires, Editorial Argonauta, Colección Insurexit, 1976. Con texto de Humberto Rivas: “Viaje de placer” de 1975.
Transcripción del texto:
Un viaje de placer
Durante el verano de 1975, en viaje de vacaciones, recorrimos el norte de la República Argentina, de asombro en asombro, deslumbrados por la belleza sin concesiones del paisaje, ávidos de encontrar una cultura de la que solo quedan restos, que prácticamente va siendo borrada, solo mantenida en su superficie para atracción turística y en profundidad en pequeñísima escala por el pueblo mismo, por tradiciones que van muriendo con los viejos. Todo esto que conforma un panorama "típico" con el suficiente atractivo para que lleguen contingentes de turistas desde EE. UU. o Europa y  por supuesto desde Buenos Aires, forma una capa que malamente cubre una verdad que aparece en cada rincón, en cada uno de los tantos que sin trabajo se ofrecen a contar la historia del Valle de Humahuaca por unas monedas o que tratan de vender objetos inspirados en las viejas artesanías indígenas ya deformadas por la urgencia de tener que sobrevivir de ellos.
Cuando terminamos el viaje, sin duda nos habíamos enriquecido. Habíamos visto maravillas y conocido gente que con solo su natural manera de ser nos enseñaba . Parte importante de nuestro enriquecimiento era la conciencia de que todo ese atractivo que hacía el deleite de los turistas, está en realidad basado en el mantenimientos de un pueblo en un nivel doloroso de pobreza, que las chozas que componen el pueblo de Yavi crean un panorama hermoso, pero que son también la vivienda si agua, ni luz, con pisos de tierra, de sus habitantes. "Muy hermoso para visitar, pero no para vivir" como dijo uno de sus pobladores. Esta serie de fotos, parte de un número mayor, son retratos de alguna gente con la que estuvimos, conversamos o simplemente nos cruzamos el tiempo necesario para hacer la foto. Todos ellos y muchos más, como ellos, padecen la injusticia de ser parte de un panorama hermoso que podemos fácilmente ir a contemplar, fotografiar o filmar, mientras ellos mastican "coca" para no tener hambre porque no hay que comer, se emborrachan como fácil e ilusorio consuelo, o simplemente envejecen prematuramente y entonces, morir o ir a engrosar los cementerios llenos de tumbas de barro, con alguna que otra de mármol, que como un símbolo grotesco de la injusticia se eleva más alta que todas.
Creo que ya no es posible ir a fotografías esta trágica belleza sin ser conscientes de la verdad que conforma.
Humberto Rivas