Arnold Newman y Richard Avedon están en la mente de todos (salvando las distancias me gustaría señala en el Estado español al mallorquín Toni Vidal, y en cierta forma al controvertido Schommer).
Si en NUEVA LENTE se reproducen pocos retratos es porque hay crisis; escasean los buenos. Tal vez en esta situación, Rivas haga las veces de oriundo que, como en el fútbol, aporte un farolillo iluminador.
Humberto Rivas podría hacer suya una definición que sobre el retrato expuso Avedon en
la revista “Camera”. Venía a decir en ella que esencialmente el “retrato” se diferencia del “reportaje” en que el sujeto se sabe fotografiado y, por lo tanto, en la plasmación de la imagen, interviene la suma de dos personalidades; será en definitiva, el resultado de la interacción fotógrafo-sujeto fotografiado. En cierta medida, el fotógrafo evita el peligro de cosificar una fisonomía, un rostro, una persona, o las tentaciones de complacerse en una estética sin más. Para quien no sea un materialista hasta la médula, un retrato así nunca será aséptico: ¡sudan humanidad! [...]