"Yente" fue una artista cabal
Así se la conoció, como “Yente” y fue una personalidad que vivió a la sombra de su marido, el gran pintor Juan del Prete. Sin embargo, fue una artista de singulares méritos, los cuales demostró en cada  una de sus exposiciones. En ellas pudo constatarse siempre su búsqueda incesante que adhirió paulatinamente a los movimientos más extendidos de la plástica internacional.
Su verdadero nombre fue Eugenia Crenovich. Había nacido en 1905, en Buenos Aires, ciudad en la que murió hace pocos días. Su inquietud intelectual juvenil la encaminó hacia la Facultad de Filosofía y Letras, de donde egresó con un promedio de brillantes calificaciones. Con posterioridad estudió pintura con Vicente Puig, en la Academia de Bellas Artes de Chile y con Juan del Prete, con quien se casó. Por el amor tomó el arte como profesión riesgosa. Realizó muestras individuales a partir de1935; dos años después adhirió al movimiento no figurativo, aunque no definitivamente. Su lenguaje se adecuó a sus necesidades expresivas de rara autenticidad. Cada una de sus numerosas presentaciones conoció el elogio de la crítica, aunque “Yente” no lo buscara y continuara silenciosamente en un camino que la llevó a ser enaltecida no sólo en la Argentina sino en el exterior, a donde la llevaron viajes sucesivos. Durante su larga carrera los premios le llegaron poco a poco; los atesoraba como una retribución “debida más a mi tensión que [a] mis méritos artísticos”, dijo alguna vez melancólicamente.
Inteligente, culta, llana, fue la compañera ideal de Juan del Prete con quien compartió la vida y sus avatares. Hasta el final de sus días conservó “Yente” el candor en la mirada, la que le había permitido captar lo que se oculta detrás de las imágenes, el umbral donde comienza el reino del arte y del descubrimiento sublime.