LA CENSURA DE HORACIO ZABALA
La obra de Horacio Zabala evoca la noción psicoanalítica de censura . "¿Has visto jamás -escribe Freud a Fliess el 22 de diciembre de 1897- un periódico extranjero después que ha pasado por la censura en la frontera rusa? Palabras y párrafos enteros cancelados, lo que hace incomprensible todo el resto."
A diferencia de la censura rusa, Zabala cancela todo con una determinación radical. Para él, nada de cuanto pertenece al ámbito de los mass-media merece ser salvado: no queda resto alguno que se salve de la catástrofe y del cual, como en el Viejo Testamento, podrá renacer algo positivo. Mientras Israel tiene un resto del que como un brote crecerá el brote del Señor, las naciones paganas -según la Biblia- no poseen resto: el resto de los filisteos está destinado a perecer.
Pero a su vez los periódicos constituyen el fruto de una censura que según Guy Debord, "jamás fue tan perfecta" (Commentaires sur la société du spectacle , París, 1988). La sociedad de lo espectacular integrado, en la que hoy vivimos, sería el triunfo del oscurantismo, de la desinformación, dell'omertá. Si así están las cosas, Zabala habría realizado la negación de lo negativo. De esta operación, ¿Surge inmediatamente algo de positivo? ¿Algo como una fundación o regeneración del arte? No sé responder a esta pregunta y no sé que respondería Zabala. Aún así, tengo la impresión que la pregunta no puede quedar indefinidamente pendiente.
Mario Perniola