Cándido López
(Buenos Aires, 1840 - 1902)
ver además:
Un panorama del siglo XIX
Cándido López
 
De padres argentinos y nacido en pleno centro de la ciudad de Buenos Aires, Cándido López muestra tempranamente aptitud para la pintura. Fueron sus maestros Baldassare Verazzi y Carlos Descalzi, y quedan de sus años de formación algunas pinturas de temática religiosa y un autorretrato. En 1859 se traslada a Villa Mercedes, donde vive hasta 1863. Por esta época realiza un retrato del general Bartolomé Mitre, hoy propiedad del Museo Mitre.
Entre 1861 y 1862 López se asocia brevemente con Juan Soulá para realizar retratos a partir de daguerrotipos. La sociedad se deshace un año más tarde al regresar López a Buenos Aires y luego de que se le negara una beca del gobierno para formarse en Europa. En Buenos Aires, donde permanece hasta 1865, toma contacto con el pintor italiano Ignacio Manzoni. Luego parte hacia San Nicolás y allí ejerce como retratista hasta que estalla la guerra del Paraguay. Enrolado en el Batallón San Nicolás con el grado de teniente segundo, López se embarca en junio de ese mismo año hacia la zona del conflicto con la intención de documentar la contienda. En septiembre de 1866 es herido en la batalla de Curupaytí por una granada que le cercena parte del brazo derecho, razón por la cual es enviado a Buenos Aires e incorporado a la Plana Mayor del Cuerpo de Inválidos. Al cabo de dos operaciones, recupera progresivamente la salud y comienza a educar su mano izquierda, con la que realiza la mayor parte de su obra conocida.
En 1872 se casa con Emilia Magallanes, con la que tiene doce hijos. En 1879 la familia se traslada a un campo en Carmen de Areco. Es allí que Cándido López concluye los 29 óleos basados en los apuntes tomados durante la guerra, que se exponen en marzo de 1885 en los Salones del Club Gimnasia y Esgrima. La muestra cuenta con el auspicio del Centro Industrial Argentino, luego de que una comisión formada por Rufino Varela, Ignacio Garmendia, Agustín Silveira, Miguel Esteves Seguí, Eudoro Balsa y Juan R. Silveira determinara que las obras “además de sus buenas condiciones artísticas, tienen un elevado e indisputable mérito histórico”. En junio de 1886 el diario La Nación anuncia la próxima adquisición, por parte del Estado, de las obras que componen la exhibición, que habían sido remitidas al Ministerio de Guerra para ser presentadas en el Salón Científico. La compra se hace efectiva en 1887 luego de que el artista publicara el catálogo de los óleos expuestos junto a la descripción de cada episodio, precedido por las cartas intercambiadas con Bartolomé Mitre para pedir su ayuda en “demostrar la veracidad histórica” de las obras, y por la respuesta de éste, en la que se insiste en que “sus cuadros son verdaderos documentos históricos por su fidelidad gráfica”.
Entre 1888 y 1895 sigue trabajando instalado en la localidad de Merlo. Desde entonces y prácticamente hasta su muerte, pinta cuadros sobre la guerra del Paraguay a partir de sus libretas de apuntes del campo de batalla, pero también empieza a cultivar con mayor frecuencia la naturaleza muerta y los bodegones, algunos de los cuales firma “Zepol”. En 1895 está en Buenos Aires, donde establece un taller en el Cuartel de Inválidos. Su obra Ataque del Boquerón-Batalla del Sauce forma parte de la exposición organizada en el Pabellón Argentino de 1898 y es adquirida con destino al Museo Histórico Nacional. Al morir en 1902 es enterrado en el Panteón de los Guerreros del Paraguay.