En el seno de una familia suiza, Américo Bonetti nace el 8 de junio de 1865. Se forma como tallador y escultor en el taller de ebanistería de su padre, al tiempo que recibe enseñanzas elementales del oficio en el taller de Francisco Parodi.
Contemporáneo de los escultores argentinos Lucio Correa Morales y Francisco Cafferata, desarrolla su trabajo principalmente en el barrio de La Boca pero se traslada hasta el norte del país, donde realiza tallas de madera con motivos de animales autóctonos y personajes de la zona. A su regreso, realiza esculturas religiosas entre las que se destacan las imágenes de Cristo y de San Juan destinadas respectivamente, a las iglesias de San Pedro y San Juan Evangelista, ambas ubicadas en el barrio de La Boca.
José León Pagano señala que al desaparecer Francisco Cafferata, en 1890, Bonetti queda “[…] relegado a la zona decorativa, un tanto vaga entonces […]” y que, en ese momento, toda la escultura nacional gira en torno a un solo nombre, el de Correa Morales ya que “[…] no quedaba en el país otro argentino a quien pudieran llegar los efluvios del criollismo [...]”
Actualmente, en la sala que lleva su nombre en el Museo de Bellas Artes de La Boca, se exhiben dieciocho mascarones de proa rescatados por Quinquela de los antiguos desarmaderos de barcos. Dos de ellos son de Bonetti y recientemente han sido restaurados. Se trata de El ángel de la trompeta (1889) y Pailebot Greca Latina (1887), maderas policromadas exhibidas en una ambientación que simula un espacio marino, entre paneles de acrílico y peceras.
Américo Bonetti fallece en Quilmes, provincia de Buenos Aires el 6 de octubre de 1931.