Mayor de dos hermanos, su padre fue músico, concertista y docente; su madre, ama de casa. Tempranamente manifiesta interés por el dibujo y la pintura y luego de un frustrado intento de ingresar a la Escuela Nacional de Bellas Artes, su entusiasmo declina hasta que a los quince años descubre la fotografía. Su padre lo alienta a emprender esta actividad al ver sus posibilidades creativas. Conoce a Pedro Otero, uno de los grandes maestros de la fotografía argentina. Con él realiza un curso de tres meses y a su finalización continúa el vínculo, desempeñándose como asistente en su taller. Es de Otero de quien asimila la búsqueda permanente como forma de trabajo.
Con el apoyo de Otero realiza su primera exposición en 1970, en el Ateneo Foto Cine de Rosario. De este modo va creciendo en el uso expresivo del medio. En el aspecto técnico es importante la capacitación que recibe en AGFA, empresa en la que trabaja por once años.
En 1976, enviado a la Photokina, viaja a Europa. Allí toma cursos de capacitación y visita diferentes escuelas, entre ellas, la de Otto Steinert en Essen. Ve por primera vez los originales de la obra de August Sander que junto a Disfarmer, es uno de los autores de la primera mitad del siglo XX que más han influido en su formación como retratista.
Entre los años 1971 y 1976 es profesor en la Escuela de Fotógrafos Profesionales de las materias "Técnica de la fotografía" y "Fotografía color".
Entre 1976 y 1980 colabora como foto reportero para los distintos medios de las Editoriales Julio Korn, Abril y la agencia Sigla. En 1979 instala su propio estudio de fotografía publicitaria e ilustración, sin abandonar los trabajos de foto periodismo.
En ese año se crea el Consejo Argentino de Fotografía y es uno de sus miembros fundadores junto a Sara Facio, Alicia D'Amico, Annemarie Heinrich, Cristina Orive, Eduardo Comesaña y Andy Goldstein. El objetivo de este grupo es elevar el nivel de calidad de la actividad fotográfica y promover una mayor integración con los diferentes campos de la cultura.
Luego de trabajar en una línea de fotografía callejera, muy vinculada a las propuestas de Henri Cartier-Bresson y al humanismo de la posguerra, hacia comienzos de la década del '80 su obra sufre un cambio significativo.
Entre 1980 y 1983 realiza un primer ensayo con el tema de la adolescencia. Su objetivo era armar un mosaico de las características fisonómicas y gestuales representativas de las indefiniciones, duelos, tristezas y alegrías de esa etapa singular de la vida. Luego de fotografiar a unos noventa chicos, la serie queda integrada con unas veinticinco imágenes. Con parte de este trabajo obtiene el Primer Premio del Certamen Coca Cola en las Artes y las Ciencias (1980).
En 1981 participa del II Coloquio Latinoamericano de Fotografía, en México DF. Allí conoce a Keith McElroy, que se interesa por su trabajo y lo invita a visitar el Center for Creative Photography en Tucson, Arizona. Durante sus diez días de permanencia centra su trabajo en el estudio de la obra de Eugene Smith, Edward Weston, Paul Strand, Walker Evans y Robert Frank.
Paralelamente a la serie de la adolescencia, desarrolla un pequeño ensayo sobre el carnaval, los disfraces y las murgas barriales.
También, a principios de la década del '80, comienza una línea de trabajo que aún continúa: el paisaje urbano y detalles de rincones particulares en los que aparecen alternativamente climas de misterio, ambigüedades espaciales, la degradación por el tiempo, las huellas de la decadencia económica y ciertos indicios o metáforas del terrorismo de estado.
En 1983 organiza un taller independiente donde enseña estética y expresión fotográfica como alternativa a las opciones existentes en ese momento, centradas en el fotoclubismo o en la enseñanza técnico-profesional.
En 1992 es invitado a FotoFest, Houston, donde expone sus trabajos en la muestra The Urban Landscape, con curaduría de Wendy Watriss.
En esta época también se define su interés por la labor curatorial. Comienza a escribir, periódicamente, algunos ensayos sobre el desarrollo de la fotografía argentina, para la revista Fotomundo.
En 1997 es invitado a realizar una exposición individual en el Palacio de Abrantes, Universidad de Salamanca, España, curada por Alberto Martín. Conjuntamente con la muestra se publica el libro Juan Travnik con textos de Nelly Schnaith, editado por la Universidad de Salamanca.
Desde 1998 dirige la FotoGalería del Teatro San Martín.
A partir de 2000 forma parte del comité organizador de los Encuentros Abiertos de Fotografía-Festival de la Luz. En 2001 crea una nueva galería de exhibición fotográfica: el Espacio Fotográfico del Teatro de la Ribera, que depende también del Complejo Teatral de Buenos Aires.
Es autor del libro Annemarie Heinrich. Un cuerpo, una luz, un reflejo, publicado por Ediciones Larivière (Buenos Aires, 2004).
Actualmente centra su actividad en la obra personal, la actividad curatorial, la redacción de pequeños escritos y ensayos sobre fotografía y la docencia. Participa en diferentes Festivales internacionales y dicta talleres y conferencias en Argentina, Venezuela, Brasil, Uruguay, Chile, España y Perú.
Su trayectoria da cuenta de numerosas exposiciones individuales realizadas, desde 1970, en Buenos Aires, París, Curitiba (Brasil), Tenerife (España), Maracay (Venezuela) y distintas ciudades del interior de la Argentina.
A partir de 1979 participa en gran cantidad de muestras colectivas en Argentina y el extranjero: Italia, Estados Unidos, España, etc.
Sus trabajos se encuentran en colecciones oficiales y privadas de Argentina, México, EEUU, Brasil, Venezuela, España y Francia.