1893
oftalmólogo Pedro Lagleyze, en agradecimiento por haber acompañado el envío del cuadro a la exposición de Chicago.
En agosto arriba Rubén Darío a Buenos Aires. Precedido de su fama y varios años como corresponsal de La Nación, el poeta nicaragüense se vincula a su llegada con el Ateneo y rápidamente nuclea a su alrededor a los jóvenes “revoltosos”, modernistas, decadentistas y admiradores del simbolismo en pintura.
En el Palacio Hume, en noviembre, abre una exhibición de pintura organizada por Eduardo Schiaffino junto a la escritora Emma de la Barra (que firma con el seudónimo César Duayén), presidenta del Círculo de Damas de Santa Cecilia, en cuyo beneficio se realiza la exposición. Iluminadas por primera vez con energía eléctrica se exhibieron obras de artistas extranjeros pertenecientes a coleccionistas locales. Muchas de esas piezas hoy forman parte del patrimonio del Museo Nacional de Bellas Artes.