Breve pero intensa, la trayectoria de Liliana Maresca signa un momento clave del arte argentino contemporáneo. Recicla, en operativos complejos no exentos de poesía, estrategias conceptuales que le permiten elaborar con criterios estéticos vigentes, tanto manifestaciones subjetivas como acuciantes conflictos de la realidad de nuestro tiempo.