Iniciados a fines de 1997 y expuestos en el 2000, estos dibujos son generados a partir de un método que sigue unas prescripciones tan sencillas como precisas. Sin embargo, su resultado no puede rehuir lo aleatorio, que se evidencia, por ejemplo, cuando el artista cuenta y señala los puntos de intersección de las líneas, las cuales parecen tener un comportamiento análogo a los azarosos caminos de la vida. Los títulos describen las acciones implicadas como si se tratara de un procedimiento de laboratorio, lo que no impide las evocaciones poéticas y emotivas.