En contrapunto con sus paisajes suburbanos, Berni documentó las distintas geografías que lo rodearon. Así aparecieron las barrancas del río Paraná, las áridas planicies de Santiago del Estero, los espinosos montes chaqueños, las lagunas y lodazales de los lindes de las ciudades. En los '60 retomó el collage para estos escenarios e incorporó una acusada gestualidad en su hacer. Con este tratamiento daba énfasis a la expresión y acompañaba el drama social, que volvería explícito por medio de la presencia humana.