centro virtual de arte argentino
Menú
Página principal
 
Página principal
Un panorama del siglo XIX
 
Un panorama del siglo XIX
Un panorama del siglo XX
 
Un panorama del siglo XX
Índice de dossiers
 
Índice de dossiers
Breves biografías
 
Breves biografías
Algunos dossiers
 
 
 
 
Nicola
Costantino
por
Julio Sánchez
Marzo de 2007
Referencia bibliográfica para este dossier
 
 
Ropa confeccionada con peletería humana, jabón fabricado con su propia grasa corporal y cañerías obstruidas con potrillos y terneros nonatos. Así se pueden describir algunas de las obras más características de Nicola Costantino, artista rosarina que muestra su producción en los circuitos internacionales más exigentes. Julio Sánchez recorre su vida y su obra.
 
Obras | Antología crítica | Biografía | Actividad artística
Julio Sánchez. Catálogo del Museo de Arte Latinoamericano Colección Costantini. México, Landucci, 2001.
 
Construcción del friso de nonatos
Construcción del friso de nonatos, Deitch Porjects, Nueva York
 
Una tubería se encuentra con otra. Ambas están atestadas de potrillos y terneros  en estado de gestación, algunos más grandes que otros. Apretujados entre sí, con la lengua afuera, abrazados, con los genitales expuestos y como si se estuvieran lamiendo entre sí; hay un erotismo latente en esta especie de fosa común. La tubería es útero, pero también tumba. En este friso (que forma parte de Pipe, un trabajo presentado en Deitch Project, Nueva York, 2000) hay un límite impreciso entre la vida y la muerte, entre Eros y Tánatos. Los animales no están vivos, pero tampoco muertos; todo parece una orgía, pero también un acumulamiento de cadáveres. La escena puede ser parte del Infierno, pero también del Paraíso. Los potrillos están ocultos en una tubería, y a la vez, la pared ha sido removida para hacerlos visibles. Como una persona atrapada por las puertas automáticas de un tren, este friso de Costantino plantea un límite exasperante. Frente a un cadáver, se piensa que no hay remedio, frente a un ser vivo, todo está bien. Pero cuando un bebé –y todo ser vivo- nace, hay peligro inmediato de muerte y un moribundo siempre tiene la esperanza de la salvación. ¿Quién recuerda el momento preciso en que salió del útero materno, y qué aturdimiento o revolución se sufrirá en el momento preciso de abandonar esta vida?
En el Libro Tibetano de los Muertos (Bardo Thödol) se afirma que la
continúa
<<
<
 
1/2
 
 
>