Permeable a las renovaciones, se preocupó por reconducir sus contenidos, experimentando con aquellos modos que mantuvieran contemporánea su forma de expresión. Respondiendo a las necesidades de cambio del vertiginoso siglo XX, modernizó la pintura, investigó las posibilidades del mural, desarrolló el collage y el arte del objeto, transformó el grabado e incursionó en las instalaciones multimedia y en el arte por computadora.
Participó tenazmente del debate artístico de su tiempo, tanto con sus trabajos plásticos como con sus palabras, desde la tribuna del orador o desde las páginas de artículos y ensayos. El ejercicio de una conciencia crítica unida a la sensibilidad del poeta, se constituye hoy en legado que se revela en su obra.