pintura, un graffiti, una performance, una proyección, un mosaico, etc. El tercero se refiere a lo estético, si bien cada lenguaje coadyuva a su poética, hay manifestaciones voluntariamente “bellas” o bien, que buscan el impacto de lo raro o lo revulsivo. En cuanto al lugar donde se desarrolla la obra y la relación que establece con él, Siah Armajani observa que una cosa es colocar arte “aquí” y “allí” y otra muy diferente es construir el “aquí” y “allí”.
En este sentido, se puede afirmar que la calle Lanín se enmarca dentro del llamado “site-especific art”,
dado que el proyecto fue concebido sobre las condiciones del lugar y elaborado pensando en sus posibles consecuencias.
Esta acción, que pretende ser duradera y progresiva, se originó en la iniciativa de un artista –involucrado con la zona por razones de raigambre familiar– y pronto fue comunitaria, sumándose a ella vecinos, entidades públicas y empresas que ayudaron a transformar Lanín en un colorido y atractivo rincón de Barracas, sede de manifestaciones culturales, capaz de convertirse en polo de atracción turística pero, por sobre todo, en enclave de activación social.