En conmemoración del centenario del nacimiento de Yente –una sutil artista argentina que espera aún un estudio extenso y pormenorizado de su variada obra– es oportuno hacer una breve reflexión sobre los rasgos más salientes de su personalidad creadora, que acompañen el homenaje que la AMIA realiza en su espacio dedicado al arte, mostrando un conjunto de su producción abstracta.
[…] En 1935 […] conoció al pintor Juan Del Prete. Quedó deslumbrada por la audaz obra abstracta que el artista exponía en ese momento en la galería de la revista Sur, tendencia que venía tratando de difundir en la Argentina desde 1933. […]
A partir de ese momento Yente estuvo atenta al ejemplo creativo del que sería su marido. Siguió sus consejos y comenzó a ensayar sus finos temples, tintas y óleos no figurativos. Alternó composiciones donde predominaban figuras lobuladas y flotantes, trabajadas con colores planos en delicadas combinaciones, con otras donde la ambigüedad de las formas era producto de múltiples intersecciones, distinguibles por variaciones cromáticas.
[…] como acostumbraba a hacer Del Prete, alternó obra abstracta y figurativa. Introdujo además, sus primeros relieves […]. Para ellos utilizó un