centro virtual de arte argentino
Menú
Página principal
 
Página principal
Un panorama del siglo XIX
 
Un panorama del siglo XIX
Un panorama del siglo XX
 
Un panorama del siglo XX
Índice de dossiers
 
Índice de dossiers
Breves biografías
 
Breves biografías
Algunos dossiers
 
 
 
 
Nicola
Costantino
por
Julio Sánchez
Marzo de 2007
Referencia bibliográfica para este dossier
 
 
Ropa confeccionada con peletería humana, jabón fabricado con su propia grasa corporal y cañerías obstruidas con potrillos y terneros nonatos. Así se pueden describir algunas de las obras más características de Nicola Costantino, artista rosarina que muestra su producción en los circuitos internacionales más exigentes. Julio Sánchez recorre su vida y su obra.
 
Obras | Antología crítica | Biografía | Actividad artística
Victoria Verlichak. “La ferocidad de la seducción” en Nicola Costantino. Peletería con piel humana (catálogo exposición, representación argentina en la XXIV Bienal de San Pablo), Buenos Aires, Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, 1998.
 
eso. Mi visitante vio algunos muñecos, junto a obras posteriores en el taller de Houston, donde me hallaba en 1995 por un intercambio entre Glassel School of Art y el Taller de Barracas. Me encantó que me lo dijera, porque en realidad en todos mis trabajos están presentes la comida, la bacanal, lo escatológico. Después de esta obra yo me preguntaba “¿ahora qué voy a hacer? ¿qué tipo de artista soy?”. Estuve dos años bloqueada y un día, no sé cómo, se me ocurrió empezar a trabajar con animales. No podía hacer algo más suave y de menor calibre.
A partir de 1992 empecé a venir a estudiar una vez por semana con el escultor Enio lommi a Buenos Aires, donde me instalé en 1994. El me alentó muchísimo a realizar la idea de un banquete, de una performance, que tenía dando vueltas en la cabeza. La obra de “Cochon sur canapé” (Lechón a la cama) surgió, entre otras cosas, porque para mi cumpleaños cocino porchetta. [...]
El chancho es múltiple en su capacidad de brindarle al hombre posibilidades de insulto de todo tipo. Para mí es todo un símbolo y lo adopté. Hice mi primera versión del chanchito con motor, que colgaba y era transportado por un sector de la galería, cuando presentamos una colectiva del Taller en Ruth Benzacar (1994). Es el calco de un chanchito de verdad que compro en el mercado. Utilizo silicona blanca porque es un material que tiene una caída que repite la flaccidez de un cuerpo inerte.
No quiero modelar y por eso uso calcos. Creo que el calco es a la escultura lo que la fotografía es a la pintura. Con mi ropa de silicona –corsets, tapados, vestidos– que imita la piel humana, es
continúa
<<
<
 
2/4
 
 
>