[...] A los 35 años, la rosarina Nicola Costantino es una de las artistas más prometedoras de su generación [...] Costantino exhibe en el Museo de Bellas Artes tres instalaciones con las que renueva el acierto de su “realismo perverso”. La Peletería con piel humana, los Chancho Bola (o bolas de chancho) y los embalajes con animales nonatos son los temas de las obras que, invariablemente, remiten a las ideas de la muerte y del deseo, de la moda y del placer.
Peletería con piel humana es un conjunto de vestidos y tapados femeninos, de buen diseño, que visten sugerentes maniquíes y son exhibidos como en una tienda de modas. Pero en la instalación todo es perturbador, inquietante, por la evidencia inocultable de la muerte. En efecto, las telas, invariablemente, son calcos en siliconas de piel humana. Los ornamentos –protuberancias y agujeros– provienen del calco de ombligos, orificios anales y tetillas masculinas. Los grandes cuellos son de cabello natural importado de Rusia para su uso en peluquerías.
El ropaje, “vestido u ornamento exterior del cuerpo”, en este caso, paradójicamente, muestra la piel que debería ocultar. Aún más, las decoraciones de la tela de “piel humana” recuerdan la desnudez.
Un video realizado por Marcos López muestra a la artista trabajando en una