[...] NOTICIAS: Se lipoaspiró y con su grasa hizo jabones. ¿Fue por amor al arte o también por una cuestión estética?
Costantino: Las dos cosas. Esta es la primera pregunta que me hacen, evidentemente llama mucho la atención.
NOTICIAS: Convengamos que hacer jabones con restos de uno mismo es raro. ¿Su intención es provocar?
Costantino: Mucha gente se mata de risa y a otras les da mucho asco. Es un shock, algo que junta dos mundos que no tienen nada que ver. Es truculento, mi arte lo es, es usar un residuo patológico. Todo lo que sale de nuestro cuerpo no se quiere ver, es cadavérico. Es un tabú en la cultura. Y yo junto eso con un ofrecimiento erótico, porque lo presento como “vení a bañarte conmigo”, es como si dijese “tomá el jabón y entrá en contacto con el cuerpo”. Obviamente, es un sarcasmo terrible.
NOTICIAS: Definitivamente, su intención es provocar.
Costantino: Es provocador, como todas mis obras. Pero lo que no hago es presentarlo con cuidado, imitando un producto para un cierto nivel social. No es algo que tiro ahí, sino que tiene un proceso que lo hace más impresionante. El exhibidor es de mármol de Carrara.