luego agrega una confidencia: hay otro dato que muchas veces no cuento: mí papá era cirujano y tenía el consultorio en casa y yo lo acompañaba mucho a las operaciones al hospital; creo que si no hubiera sido artista hubiera sido cirujana.
Cirugía a la crítica
Con respecto a la crítica, especialmente luego del escándalo provocado por su muestra jabonística, Nicola dice que esa lectura me interesa mucho desde el momento que están hablando de tu trabajo y te captura como una cosa de ansiedad y de ver cómo lo ve el otro, pero no me mueve ni un ápice de mi camino, esto es inamovible. No tengo dudas. Y cuenta las precauciones que tomó antes de realizar la muestra que, de todas formas, terminó en la reacción de los formadores de moral y buenas costumbres: [...] consulté gente muy autorizada; después de consultar y leer y averiguar confirmé que sí: iba a tener problemas pero que esos problemas iban a ser fruto de la intolerancia, del prejuicio. Y seguí adelante. Quería estar segura pero no dudaba. Las críticas me dan material, mas que enriquecerme a mí enriquecen la obra, porque me parece que la obra produce un efecto que ya está fuera del control del artista [...] Yo creo que el compromiso, a mi me obligaba a hacerlo.¿Cuál es mí función acá? Tengo que hacer bien mi trabajo; bueno: tengo que seguir adelante, tengo que seguir arriesgando. Cautela tiene que tener otro tipo de profesional, no un artista [...] un artista tiene que tener coherencia y seguir adelante y no tener miedo.