Silvia Gai realizó una importante investigación sobre el lenguaje del  arte textil. Partiendo de nuevas técnicas y de un tratamiento acorde con las poéticas  contemporáneas, propuso una amplia gama de posibilidades, que desbordaron los  límites de esta disciplina.
								Su generación –la de los ’90– estuvo marcada por una reformulación del  arte conceptual que predominó en las décadas del 60 y 70. Este neoconceptualismo no renegó del objeto  ni de las imágenes, por el contrario se valió de ellas para conducir al público  a reconstruir zonas borrosas de la memoria o para reflejar, de forma crítica,  la realidad que atravesaba por entonces la Argentina. La artista desafió los  parámetros establecidos del textil al utilizarlo con el propósito de construir  una reflexión desde la perspectiva de estas estrategias.
								También  durante estos años ingresó al medio académico el concepto de género, que se  planteó como una categoría de análisis de los atributos culturales que  determinan identidades en proceso de permanente reelaboración. Rápidamente este  concepto fue aprovechado por nuestra crítica de arte. A la vez, se dio un fuerte  interés, de parte de las y los artistas locales, por la creación de obras que expusieran  el tema de la identidad, el cuerpo, las construcciones genéricas y su impacto  sobre la subjetividad. En ese sentido Gai realizó valiosos aportes.