[...] Tanto la exposición La Conquista [...] como La Kermesse. El paraíso de las bestias (1986), se realizaron en el Centro Cultural Recoleta. Ambos fueron eventos multidisciplinarios [...]
La Kermesse..., que contaba con puestos de entretenimientos, juegos y espectáculos, funcionaba como un ready-made. El evento popular, extraído de su ámbito natural y presentado en una institución dedicada al arte, sugería los consiguientes interrogantes acerca de la naturaleza del arte. Más allá de esta instancia, buscaba recuperar aquel sentido originario de comunicación que relaciona el arte con la fiesta.
Así el ready-made, recurso del que se sirve a menudo, es trascendido en procura de significados. Derruidos esqueletos de muebles de jardín de un paseo del Tigre (Lo que el viento se llevó, 1989) le sirven para presentar líricamente la melancolía que ocasiona la conciencia del devenir. Una serie de esculturas de pequeño formato combinan la afición por los objetos encontrados con la pureza de la geometría. Estas obras son elaboradas metáforas sobre los fundamentos vitales, sobre los orígenes del cosmos, sobre los principios femenino y masculino que representan a la vez la oposición y conciliación de los elementos. Ramas halladas a orillas del río, trabajadas por la acción del tiempo y la naturaleza, son recuperadas por las