En ciertas circunstancias los artistas parecen desempeñar las funciones de los catalizadores químicos. Al igual que estos elementos, pueden acelerar, retardar o equilibrar determinados procesos. Es posible pensar que algunas de las operaciones estéticas de Liliana Maresca produjeron resultados similares. Su actividad comprende pinturas, esculturas, objetos, escenografías, instalaciones y performances, pero también hay que considerar parte de su producción artística la organización de eventos multidisciplinarios.
[...] Albert Camus encarna la rebelión en un hombre que dice no, que no consiente con el mundo por aquello que le falta y que no lo acepta por lo que circunstancialmente es. Observa que esta tensión en estado puro, fuera de la historia, es la fuente de la creación artística. Liliana Maresca la ha experimentado y se ha empecinado en hacerla sensible insistiendo en significarla. Las fisuras a que alude son agentes catalíticos para aquellos espectadores que puedan descubrirlas por medio de sus obras.
Algunos de sus trabajos, de carácter subjetivo e individual, restablecen ciertas condiciones de equilibrio –una de las posibles propiedades de un catalizador– al hacer metáfora poética de la angustia existencial. Pero sus obras más críticas pudieron acelerar reacciones al favorecer la toma de conciencia frente a ciertos aspectos contradictorios y desconcertantes de la