un desviarse levemente de la regularidad ortogonal, a través de suaves pendientes y diagonales poco enfáticas, dadas por el conjunto de figuras, ninguna de ellas regular, pero todas reminiscentes de cuadrados y rectángulos.
Si bien las composiciones ordenadas por ejes perpendiculares tienen férreos ejemplos en piezas fechadas a partir de 1946, como por ejemplo Relieve N° 4, donde predominan los rectángulos, ya como planos de color o combinados con otros definidos por gruesas líneas policromadas, son muchos los casos en que la artista, buscando la variedad, se apartó de estos rigores. Apelando a suaves desviaciones de la ortogonalidad, introdujo desde 1945 las diagonales –Relieve N° 1– que fueron acentuándose con el avance de la década, volviéndose eje compositivo privilegiado sobre todo desde 1947 en pinturas y objetos –Sin título, 1947– en variados temples y acuarelas de 1948 –Sin título– y en los trabajos de 1949, en los que el celotex inciso forma en huecorrelieve los contornos de figuras geométricas irregulares,