plásticamente los pasajes bíblicos de la creación transcriptos en su versión latina. Para Circo, la artista adoptó una figuración esquematizada al extremo, con la que introdujo la gracia y el humor absurdo de personajes que evocan las imaginativas creaciones de Joan Miró. En este libro que, junto a La comedia italiana y Petrushka, la artista dedicó a su marido, incluyó piolines en la tapa y en alguna de sus páginas. Fue un homenaje a las primeras abstracciones de Del Prete.
Yente ya había exhibido sus libros –
La comedia italiana y
Petrushka– en la muestra individual de la Galería Müller en 1945, sin embargo las primeras críticas sobre estas realizaciones aparecieron como repercusión de la exposición que les fue exclusivamente dedicada, presentada en Viau en 1950. Allí incluyó
Circo,
La comedia italiana,
Libro de María,
Libro de Navidad,
Jaque al Rey y
La batuta mágica.
Recibió comentarios laudatorios tanto de Córdova Iturburu
como de Manuel Mujica Láinez quien observó las diferentes soluciones plásticas que la artista había aplicado a cada tema:
“Yente es una mujer que tiene mucho de poeta. Inventa libros poéticos, libros que no existen […] y los ilustra. Quien recorre sus páginas enmarcadas observa luego que el texto no se necesita, porque las ilustraciones de Yente lo dicen todo. […] Es muy diversa. Cuando trata temas de la tradición religiosa, como las series ‘Libro de María’ y ‘Libro