rebelión judía, conducida por Matatías y sus hijos, contra las imposiciones de los dominadores seléusidas en su intento por helenizar al pueblo de Israel y obligarlo a renegar de su fe y a adorar a los dioses griegos. Esta parte de la Biblia cuenta los hechos que culminaron con la reivindicación religiosa y la independencia política ganada por los judíos entre el siglo II y el I a.C., que dieron origen a la Jánuca, festividad que conmemora la victoria de Judas Macabeo –primogénito de Matatías, sacerdote como él y líder militar y político– sobre los ejércitos helenísticos. Las primeras láminas trasuntan la destrucción impiadosa perpetrada contra los símbolos religiosos –los libros sagrados y el templo–, exhiben la calmada efigie de los hombres santos que lideraron la resistencia –el retrato de Matatías– y también muestran la organización de la resistencia y su lucha.
También de tema religioso, el volumen dedicado a Santa Úrsula apenas quedó comenzado, con las tapas y algunos episodios de su leyenda que no superaron el estadio del boceto, aunque paralelamente dedicó al tema varios fotomontajes. Otro tanto sucedió con La epopeya medieval de 1943 –del que subsisten las tapas y un par de témperas– y con la serie de Jacob y Raquel para la que realizó algunas pinturas que no llegaron a constituir un libro.
A lo largo de su carrera algunos de estos trabajos se desmembraron y dispersaron, contrariando la voluntad original de la artista, que tras renunciar a publicarlos, en principio había decidido mantener reunidos los