Esta valiosa artista, de nombre poco difundido, tiene un sentido muy fino y personal del color y la forma. Ello le permite obtener equilibrados y atrevidos ritmos de formas y de líneas y bellas armonías cromáticas en las que opone con fortuna colores vivos unas veces y, otras, une poéticamente hermosos tonos aterrados. Cuando armoniza neutros, sobre todo –pardos, grises, amarillos y verdes agrisados– obtiene resultados de un indudable y sobrio buen gusto. Yente es, sin duda alguna, una artista singularmente dotada para ese sutil manejo de formas puras y de colores en que se mueve su fresca y atrevida fantasía. La obra que viene realizando la coloca, desde el punto de vista de la calidad, en las primeras filas de nuestro movimiento de avanzada