Instado por Rodolfo Puiggrós, quien realizaba una investigación sobre la mafia y la trata de blancas en Rosario, Berni toma fotografías de los prostíbulos de la calle Pichincha. Éstas ilustraron el artículo aparecido en el diario Crónica de esa ciudad.
La fotografía, tomada directamente por él o recortada de diarios y revistas o provista por los archivos gráficos de publicaciones, aunadas a numerosos dibujos preparatorios constituyen un método de trabajo frecuente a lo largo de su carrera artística.
En junio exhibe obras surrealistas en Amigos del Arte de Buenos Aires. En la muestra incluye, entre otras,
La muerte acecha en cada esquina,
Landrú en el hotel,
Napoleón III,
Susana y el viejo,
Tranquilidad de los barrios aristocráticos.
La recepción oscila entre la indiferencia y la crítica decididamente desfavorable. En esta ocasión José León Pagano critica sus pinturas y collages escribiendo en La Nación: “Berni se coloca unas veces fuera de la pintura y otras