Es director y docente de la Mutualidad Popular de Estudiantes y Artistas Plásticos de Rosario. Obras como Manifestación y Desocupación, conocida hoy como Desocupados, dan inicio al ciclo del Nuevo Realismo. Además, con ellas responde a Siqueiros, quien sostenía que la pintura mural era la forma excluyente para desarrollar un arte revolucionario. Berni entiende que las condiciones políticas del país eran distintas de las mexicanas, donde la revolución triunfante disponía de los edificios públicos para desplegar su discurso ideológico. Para poder entrar en acción crea estas grandes telas cuya técnica -temple sobre arpillera-, composición monumental y temática de fuerte contenido social, resultan un ingenioso sustituto que convierte la pintura mural en mueble.
El espíritu de la pintura del Novecento italiano impregna todo el período, pero en Autorretrato con cactus (1933-34), que enlaza su etapa surrealista con la realista, se hacen más evidentes los elementos provenientes de la pintura metafísica.