Viaja por Italia. En París, donde pasa una temporada, dicta la conferencia “Una manifestación argentina en arte mural” en el Athenée Hispaniste de la Sorbonne. También participa en la Primera Exposición de Artistas Latinoamericanos en la Maison de L'Amérique Latine.
La historia del arte legitima nuevamente el tratamiento de la realidad contemporánea: El obrero muerto se inspira en el Cristo de Andrea Mantegna, notable por su violento escorzo.
Interviene en el XXXIX Salón Nacional presentando La criolla.