Este breve paneo de las intenciones clasificatorias da cuenta de las dificultades que se imponen al pretender concretar esta tarea. Sin embargo, resulta comprensible ese movimiento de sístole y diástole entre una cierta ansiedad por otorgarle una identificación a sus obras o la tentación de librarlo en apertura ampliada. En esa heterogeneidad, en ese laberinto de relaciones posibles, dicha apertura es clave. El término "campo expandido",
si bien adaptado más bien al espacio posmoderno monumental, contexto de obras de artistas como Walter de Maria, Richard Long, entre otros, es aplicable a Elía en el umbral conceptual, no en las dimensiones de los espacios. Como dice Stupía, él se ha adaptado a una economía de medios, al espacio físico de sus talleres, etc. Pero, por otro lado, está aquel rasgo que varios autores han considerado: Elía es un artista urbano, de la ciudad de Buenos Aires y de su cartografía literaria. Dentro del multiculturalismo actual del panorama de las artes visuales contemporáneas, el concepto de "campo expandido" puede colaborar a identificar a Roberto Elía como artista periférico, ajustado a las condiciones tanto geográficas como económico-políticas de una ciudad latinoamericana como Buenos Aires.
Hoy, año 2003, Roberto Elía es un nombre imprescindible dentro de la trama de la historia del arte argentino de la segunda mitad de este siglo, con una trayectoria de 33 años.