Carolina Antoniadis y Silvia Gai son dos artistas que, lentamente, desde fines de la década del ochenta y principios de la del noventa, han obtenido reconocimiento y prestigio en el circuito artístico. Sus muestras individuales en la Fundación Federico Jorge Klemm confirman esa situación. [...]
Gai, con sus objetos tejidos al crochet y endurecidos con azúcar, rescata la tradición femenina del trabajo artesanal. Pero esos objetos, que representan órganos humanos de grandes dimensiones, con deformidades, remiten a vivencias íntimas. Uno de los “órganos” es de una pulcra blancura, como los que presentó en anteriores muestras. Los restantes son negros, con apariencia de calcinados. El carbón mezclado con el azúcar da a esas piezas un tono de “catástrofe” amenazador. Otros objetos remiten a flores, a carpetas decorativas de tejido doméstico, igualmente aquejados por algún mal. Con estas piezas, la metáfora se extiende más allá del cuerpo. Quizás, parece decir Gai, todo el mundo está penetrado por el mismo flagelo.