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Informalismo
en Argentina
por
Jorge López Anaya
Agosto de 2003
Referencia bibliográfica para este dossier
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El informalismo argentino incorporó a las prácticas artísticas locales, procedimientos reñidos con el “buen gusto”. Basado en las poéticas existenciales, a través de la espontaneidad gestual y el empleo de materiales de desecho, violentó los límites de los géneros artísticos tradicionales y abrió el camino al objeto, las instalaciones y al arte de acción.
 
Definición | Historia | Artistas | Arte destructivo
Siete pintores abstractos
Testa. Sin título, 1963
Clorindo Testa
Sin título, 1963
En octubre de 1957 presentó su primera exposición, en la Galería Pizarro, un grupo de artistas reunido con el nombre Siete pintores abstractos. Lo integraban Osvaldo Borda, Víctor Chab, Josefina Miguens, (luego firmó Josefina Robirosa), Rómulo Macció, Martha Peluffo, Kazuya Sakai y Clorindo Testa. Todos evidenciaban la inclinación hacia una abstracción “cálida”, entendida esta vía en su sentido más general, como oposición a la abstracción geométrica o “fría”, y como valoración de la expresión espontánea y de la gestualidad inmediata, pero contenida. Las obras de los siete pintores podían agruparse de acuerdo con el uso de los elementos sígnicos, de los trazos libres, de las manchas, de las superficies coloreadas, de las texturas y hasta de cierta geometría sensibilizada.
La actividad del colectivo Siete pintores abstractos continuó, desde 1958, ligada a la revista Boa, fundada y dirigida por el poeta y crítico de arte Julio Llinás, bajo la forma de “Cuadernos Internacionales de Documentación sobre la Poesía y el Arte de Vanguardia”. La revista sirvió como catálogo de la segunda exposición del grupo.
 
Peluffo. Sin título, 1961
Martha Peluffo
Sin título 1961
 
Sakai. Sin título, 1962
Kazuya Sakai
Sin título, 1962
 
Testa. Pintura, 1961
Clorindo Testa
Pintura, 1961
 
Qué cosa es el coso
López Anaya. Sin título, 1959
Jorge López Anaya
Sin título, 1959
En otra dirección, también en 1957, un pequeño grupo de artistas jóvenes intentó la ruptura con el formalismo imperante en Buenos Aires. Lo hicieron siguiendo las huellas del art brut, de dadá, de Duchamp, casi sin conocimiento de las corrientes artísticas más recientes. En 1956, Jorge López Anaya, Jorge Martin y Mario Valencia (hoy conocidos como grupo de San Isidro), cuyas edades oscilaban entre los veinte y los veinticinco años, comenzaron a pintar unas telas opuestas por el vértice a las corrientes dominantes. Durante ese año y el siguiente realizaron una serie de obras que despreciaban todas las convenciones y las lecciones de la “buena pintura”. Esta oposición, que les llevó a bautizar sus producciones como cosos, marcaba con nitidez la distancia que querían poner frente a las derivaciones más o menos convencionales de la abstracción geométrica o lírica.
 
Movimiento informalista
IV Salón Arte Nuevo
Tapa del catálogo del
IV Salón de la Asociación Arte Nuevo, 1958
El 21 de abril de 1958 se inauguró, en la Galería Pizarro, el IV Salón de la Asociación Arte Nuevo. Entre las abstracciones (geométricas o libres) se distinguía una obra basada en el uso de materiales heteróclitos y pobres, en restos, en andrajos de trapos sucios, manchados y caducos. Kenneth Kemble era el autor de ese insólito collage que desafiaba rudamente la estética dominante, oponiéndose radicalmente a la lisura, la precisión y el refinamiento de la abstracción dominante.
Kemble presentó dos collages para la exhibición. La vulgaridad de los materiales, su fealdad y degradación, produjeron una evidente molestia entre los organizadores de la muestra, aún cuando una de las características de la Asociación era la ausencia de todo juzgamiento de las obras previo a su exposición. Los directivos de Arte Nuevo comunicaron al desconocido pintor que, si bien respetaban la libertad creadora, creían conveniente que modificara su envío, porque los collages no se integraban en el contexto general de la muestra. Ante la negativa de Kemble, decidieron exponer un solo trabajo. Eligieron uno de 1957, realizado con trapos desgastados y manchados por el uso.
 
Maza. Sin título, 1959
Fernando Maza
Sin título, 1959
 
Greco. Sin título, 1960
Alberto Greco
Sin título, 1960
 
Kemble. Tregua
Kenneth Kemble
Tregua, 1957
 
Towas. Marutz 4
Towas
Marutz 4, 1959
Durante el mismo año, buena parte de los artistas que adscribían al informalismo participaron en muestras individuales o colectivas: Towas expuso, en el mes de setiembre, en la Galería Galatea; en el mes de octubre, Alberto Greco expuso con varios artistas de San Pablo, en la Galería Antígona; Fernando Maza se presentó en la Galería Rubbers; Pucciarelli exhibió, en septiembre, en la Galería Galatea. Luis Alberto Wells expuso monocopias, en la misma galería, durante el mes de octubre.
En ese contexto, la adhesión a la dirección informalista fue rápida y sin mayores transiciones. El 13 de julio de 1959 se realizó, en la Galería Van Riel, la primera exposición del Movimiento informal, que integraban Enrique Barilari, Alberto Greco, Kenneth Kemble, Olga López, Fernando Maza, Mario Pucciarelli, Towas y Luis Alberto Wells. Predominaban en sus obras la materia, las texturas complejas, los grumos y las mixturas. En otros casos, todo estaba fundado en el signo o el gesto.
 
Wells. Pintura, c. 1959
Luis Alberto Wells
Pintura, c. 1959
 
Barilari. Sin título, 1959
Enrique Barilari
Sin título, 1959
 
López. Sin título, 1961
Olga López
Sin título, 1961
 
Kemble. Sin título, 1961
Kenneth Kemble
Sin título, 1961
En pocos meses, esos jóvenes artistas intercambiaron conocimientos. Discutieron mucho y realizaron experiencias colectivas. En una vieja casona del barrio de Belgrano, en la que Barilari tenía instalado su taller –que compartía con López y Wells–, se produjeron los primeros encuentros con Greco y Pucciarelli. Poco después, invitado por los dos últimos, se sumó Kemble.
La exposición fue recibida con desconfianza por el público y por la crítica. Se dudaba de la seriedad de esas propuestas. No tuvo mejor fortuna la segunda y última muestra del grupo, organizada por el Museo de Arte Moderno, que se presentó, en noviembre del mismo año, en el Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori. En esta oportunidad, se sumó al colectivo el fotógrafo Jorge Roiger, presentado por Greco. Rafael Squirru prologó el catálogo con un texto en el cual cita el zen, el budismo, a Kant, a Ko-ji-sei y al escritor argentino Federico González Frías.
En la Galería Pizarro, desde entonces principal difusora de las expresiones informalistas, se inauguró, el 7 de julio, otra exposición con obras de Greco y Pucciarelli, en esta ocasión acompañados por Florencio Méndez Casariego y Estela Newbery.