Kazuya Sakai
Pintura N° 4, 1959
Kazuya Sakai
Pintura, 1962
(Buenos Aires, 1927 - Dallas, Texas, 2001), que expuso por primera vez en 1952, en la Galería La Cueva, fue uno de los pintores que animó con mayor profundidad, hacia fines de los años cincuenta, la vertiente de la abstracción libre. La muestra que presentó en 1957 en la Galería Pizarro mostró su inclinación hacia una pintura espontánea, hecha de signos dinámicamente trazados sobre la tela. Poco después, sus cuadros abstractos estaban compuestos por fondos de colores uniformes o levemente modulados, con trazados rítmicos y espontáneas caligrafías oscuras, a veces dinámicas, a veces apacibles. La referencia al Oriente era notoria. En esa época la caligrafía, la pintura de gesto y el signo, aparecían en el programa de numerosos artistas europeos y norteamericanos. Sakai siguió la misma vía, pero en su obra, la caligrafía y el signo tienen una notable relación con los preceptos estéticos del arte japonés. La afinidad espiritual es evidente. Seguramente, algunos principios del budismo zen figuraban en su programa al comenzar los años sesenta. Entre ellos, el concepto de velocidad, que no se relaciona con un proceso temporal, sino con la inmediatez de la ejecución, como una simultaneidad absoluta entre pensamiento y acción.