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Breves biografías
 
Breves biografías
Algunos dossiers
 
 
 
 
Martín
Malharro
por
Natalia March
con la colaboración de Patricia Nogueira
Julio de 2012
Referencia bibliográfica para este dossier
 
 
Con su pintura antiacadémica Malharro contribuye, desde el arte, a conformar el perfil de la Argentina como nación moderna. Introductor del impresionismo y destacado ilustrador, realiza también importantes aportes pedagógicos. Su legado artístico se prolonga y enriquece a través de artistas como Silva, de Navazio, Falcini, Thibon de Libian, Giambiagi y Lamanna.
 
Introducción | Producción | Obras | Legado artístico | Biografía | Bibliografía
 
1. Formación y desarrollo artístico
2. Paisaje e ideología
 
3. Malharro ilustrador
4. Docencia y pedagogía
 
“Debemos a nuestros alumnos una enseñanza razonada é inteligentemente experimental; conviene familiarizarlos con las fuentes originarias de la verdad haciéndoles utilizar la naturaleza como objeto de sus investigaciones, de ahí surgirán interpretaciones personales que importarán un conocimiento más intenso.”
Martín Malharro Nota 1
Malharro educador
Martín Malharro
Martín Malharro
Cao. Cricatura de Malharro
Cao. Caricatura de
Martín Malharro
Falcini. Malharro, 1912
Luis Falcini
Malharro, 1912
Sin desmedro de su actividad artística, tras su regreso de Europa y a poco de su primera exposición en Witcomb, Malharro se aboca a la pedagogía. A partir de 1903 desarrolla una intensa labor docente que queda reflejada en la portada del libro El dibujo en la escuela primaria. Pedagogía – Metodología que se publica en 1911, poco después de su fallecimiento. A manera de breve currículum, allí se lee:
“Profesor de la Universidad Nacional de La Plata, de la Escuela Normal de Profesores, Colegio Nacional Central, Colegio Nacional anexo al Instituto del Profesorado y Escuela Normal de Maestras de Barracas. Ex-inspector técnico de dibujo de las escuelas públicas de la Capital, ex-miembro de la Comisión Nacional de Bellas Artes, ex-director de los Cursos Temporarios de Dibujo del Ministerio de Instrucción Pública (1906) y de los del Consejo Nacional de Educación (1905 á 1908).”
En ningún caso son éstos “empleos” rutinarios. Analiza exhaustivamente las más destacadas corrientes pedagógicas aplicadas a la enseñanza del dibujo en la escuela. Las enriquece con aportes de recientes estudios psicológicos y sobre todo les suma su experiencia como pintor e ilustrador. Las teorías que sostiene, que se dan a conocer paulatinamente en las revistas y diarios donde escribe, quedan ampliamente desplegadas en la publicación referida y transforman por completo la enseñanza del dibujo en la primaria y secundaria de nuestro país.
Es también necesario recordar, en un ámbito más íntimo, alejado de las cuestiones metodológicas de la instrucción pública, lo que significa para las nuevas generaciones el taller del artista en el barrio de Belgrano, entonces frecuentado, entre otros, por Carlos Giambiagi, Ramón Silva, Walter de Navazio, Valentín Thibon de Libian, Nicolás Lamanna y Luis Falcini, quien escribe:
“[…] con pasión y buen humor nos encareció la necesidad del trabajo disciplinado por una voluntad directriz que obligue a la ‘inspiración’ a permanecer encendida, […] Por primera vez entre nosotros un artista abría su taller a los jóvenes y se entregaba con su obra plenamente, sin reservas ni secretos. Y… nos invitaba a volver. Se sucedieron las peregrinaciones periódicas al taller de la calle Congreso […] En ese taller, que considerábamos un templo, asistimos a la creación de la última obra del maestro y a la aparición de las anticipaciones que ella aportó a la pintura argentina.” Nota 2
 
La Plata Nota 3
Germán Burmeister
Germán Burmeister
Carlos Berg
Carlos Berg
Florentino Ameghino
Florentino Ameghino
Eduardo Holmberg
Eduardo Holmberg
Rodolfo Senet
Rodolfo Senet
Carta de Malharro a Ingenieros
Carta de Malharro a Ingenieros
La creación del Museo de Ciencias Naturales Nota 4 de la ciudad de La Plata corresponde a los ideales positivistas en boga en la sociedad argentina de fin de siglo. Nota 5
En 1906 el museo pasa a la jurisdicción de la Universidad Nacional siguiendo un proyecto de Joaquín V. González, que considera dos sectores de estudio: las Ciencias Naturales y el Dibujo de las Bellas Artes, Artes Aplicadas y Artes Gráficas. Así es como nace la Escuela de Dibujo de la Universidad, Nota 6 un instituto oficial que funciona en el Museo de Ciencias Naturales. Su primer director, Enrique Delachaux, convoca al arquitecto Emilio Coutaret quien se encarga del diseño del plan de estudios para el primer curso. Al comienzo funciona como un taller para entomólogos cuya prioridad no es la formación de artistas plásticos, sino de personal técnico para la ilustración científica y la cartografía. Debido a estas características, los fósiles y las piezas arqueológicas de la colección son los principales modelos de los alumnos. Más tarde, cuando la escuela se orienta hacia la enseñanza artística, Coutaret y Malharro integran el cuerpo docente; entre sus primeros discípulos figuran Adolfo Travascio y Emilio Pettoruti.
Malharro toma contacto con diferentes personalidades que le plantean las necesidades que, en su área, debe cubrir la enseñanza del dibujo. En la revista Athinae recuerda las palabras del director del Museo de Historia Natural:
"Hace veintidós años, visitaba al célebre hombre de ciencia, doctor Germán Burmeister, director en esa época de nuestro museo de Historia Natural. –‘Si se dedica Vd. al dibujo, haga que sus conocimientos y sus energías estén al servicio de la ciencia, me dijo; será el único modo de ser útil á su tierra en el género de actividades á que piensa dedicarse. Este país no será por mucho tiempo todavía un país propicio al arte’. Y agregó: ‘pero todo hombre debiera saber dibujar como sabe escribir.'” nota 7
Más adelante, destaca a los pensadores que emplean el dibujo como valioso auxiliar de sus materias de estudio, entre ellos a Carlos Berg, Florentino Ameghino, Eduardo Holmberg, Carlos Spegazzini y Rodolfo Senet, quienes también se sirven de él para transmitir conocimientos en sus cursos. En apoyo de estas ideas, Malharro cita a Francisco P. Súnico:
“…lo que he podido darme cuenta, es de la maravillosa aptitud que desarrolla en el hombre de ciencia, dotándolo de una nueva facultad que le permite, ante todo, manejar las cuestiones casi con más dominio que con la escritura, especialmente en materias de aplicación […] Muchas veces he tenido por delante páginas interesantísimas de las que yo hubiera hecho un resumen imborrable, reemplazando la letra por la gráfica, tal vez en cuatro hábiles líneas; y no sólo de cosas y objetos sino de los más íntimos procesos, de los más intrincados fenómenos… […] El laboratorio es, sin duda alguna, el brazo de la ciencia; pero él mismo no llena todas las necesidades, cuando falta el dibujo; la fisiología, la bacteriología, la psicología experimental, para no citar las grandes ramas de las ciencias físico-naturales, deben al lápiz sus más preciosas ilustraciones. El arte del dibujo da, además, más sobriedad á la exposición, más autoridad á las determinaciones, más nobleza á la enseñanza.” Nota 8
Es importante señalar aquí, el acercamiento de Malharro a la psicología experimental que se da a través de la relación con Rodolfo Senet, Nota 9 docente de psicopedagogía en la Universidad de la Plata e iniciador, junto a Víctor Mercante, del positivismo en educación. También frecuenta a José Ingenieros que, por esta época, escribe La psicopatología en el arte.
Por último, en el mismo artículo, afirma que es necesario “Discernir y establecer progresivamente las fases científica, artística y estética que debe constituir el estudio del dibujo en la segunda enseñanza” y “Acordar al estudio de la vida un lugar preponderante en la enseñanza del dibujo, considerándolo bajo el doble punto de mira vital y estético”, Nota 10 palabras que dan cuenta de una peculiar inflexión en el pensamiento positivista, cuando adquiere elementos que podrían denominarse espiritualistas o idealistas y esto se ve tanto en los hombres de letras como en el ámbito científico y artístico. Nota 11
 
Malharro en La Plata, 1907
En La Plata
1º de enero de 1907
En el centro
Martín Malharro
Luego la escuela se traslada a la calle 53 –hecho que la emancipa de alguna manera del Museo– y en poco tiempo se reubica en los Altos del Teatro Argentino como Escuela de Dibujo y Artes Aplicadas, anexa a la nueva Escuela Superior de Bellas Artes de la Universidad. Nota 12
En su seno surge el Centro de Estudiantes de Bellas Artes que, en el período que va de junio de 1909 a agosto de 1912, edita la revista Ars, de la que aparecen 21 números. Sus fines son informar sobre las actividades realizadas por academias de arte, conservatorios y el Círculo Ars. También reseña exposiciones, se ocupa de conciertos, de poesía y literatura en general. Entre los principales colaboradores aparecen Malharro y Coutaret, mientras que las ilustraciones son de Atilio Boveri, Reinaldo Olivieri, Emilio Pettoruti y el propio Coutaret, entre otros. Nota 13
 
En estos años de docencia, Malharro aplica todas sus ideas sobre el dibujo, en especial su importancia como medio de expresión basado en el estudio del natural. Para el pintor, enseñar a dibujar es enseñar a ver. Sin embargo, después de su fallecimiento, la sección de dibujo del Museo y la estructura didáctica que la continúa en Bellas Artes como escuela, vuelve a los métodos académicos. Nota 14
 
El Consejo Nacional de Educación
Cao. Caricatura de Ponciano Vivanco
Cao. Caricatura de Ponciano Vivanco
Pablo Pizzurno
Pablo Pizzurno
Durante 1904, con Ponciano Vivanco como Presidente y Pablo Pizzurno como Inspector Técnico General, se comienza a dar importancia a las materias especiales en los planes educativos, además de crearse las inspecciones para cada una de las asignaturas. Nota 15 Es así que Martín Malharro es convocado para asumir el cargo de Inspector Técnico de Dibujo. Distintas personalidades allegadas al artista, como Joaquín V. González, Leopoldo Lugones, Estanislao Zeballos, Manuel Gálvez y Ernesto de la Cárcova, impulsan su designación.
En 1906 traza un panorama sobre cómo se encontraba la enseñanza del dibujo en el momento en que asume su cargo:
“Se habían adoptado los programas franceses adaptando solamente la fórmula ampulosa que revisten, y sin preocupaciones mayores sobre si el espíritu que encerraban respondía o no a los múltiples factores a que debe obedecer nuestra escuela. […] Faltaba el personal imbuido con los conocimientos adecuados y la libertad necesaria para propagarla e intensificarla debidamente en la escuela. […] Era la cuadrícula la que se estudiaba y no el dibujo que por otra parte se reproducía solo automática y matemáticamente. […] En otros casos, y en los grados superiores, se calcaban estampas que luego se coloreaban. […] Faltaba una concepción del espíritu de la verdadera enseñanza, que tenía que producirse sola como un producto natural de la evolución de la ideas.
Y se produjo en los Estados Unidos, y surgió en Suecia y se produce actualmente en Alemania y en nuestro país […]” Nota 16
 
Artículos, informes y disertaciones publicados en el Monitor de la Educación Común, Nota 17 a la vez que dan cuenta del trabajo realizado en ese cargo, exponen las ideas pedagógicas del artista, Nota 18 conocidas como “Método Malharro”, “Dibujo intuitivo” o “Método natural”. Para ponerlo en práctica el Consejo Nacional de Educación dispone:
“1º crear un curso teórico-práctico de dibujo para los maestros de grado y director de escuela de la Capital dependientes de este Consejo, con el objeto de proporcionarles los conocimientos necesarios para que puedan enseñar debidamente la asignatura en los grados 1º, 2º y 3º. [...]
6º Los maestros que terminen satisfactoriamente los estudios en dichos cursos recibirán un certificado de aptitud que les dará el derecho de ganar un año á los efectos del ascenso al puesto inmediato al que se desempeñan.” Nota 19
Previo al trabajo con los alumnos, también se implementan conferencias destinadas a los maestros especiales y se observan y evalúan tanto los resultados como el proceso en su conjunto. Se ponen en discusión las experiencias en cada escuela, clasificando y catalogando los dibujos de los alumnos, realizando estadísticas a partir de los resultados. Esto da cimiento conceptual y doctrinario al cuerpo docente.
Al estar Leopoldo Lugones al frente de la Inspección General de Enseñanza Secundaria y por la relación cercana que tiene con Malharro, el dibujo se implementa también en los grados superiores como materia obligatoria, permitiendo expandir el proyecto y dictando una serie de cursos para profesores a cargo de Ernesto de la Cárcova y del mismo Malharro. Nota 20
“Los cursos temporarios de dibujo, realizados durante la inspección general de Lugones, permitieron unificar la acción de todos los profesores de la República y sentar de una manera general los nuevos principios á los cuales debía responder la enseñanza de la asignatura." Nota 21
Más adelante señala las iniciativas del Dr. Vivanco, quien desde la presidencia del Consejo Nacional de Educación, había implantado reformas
“entre las cuales figuraba la copia directa del natural como principio de la enseñanza del dibujo, modificándose así substancialmente su concepto como agente educativo.” Nota 22
Así es posible observar cómo, en muy poco tiempo, cambia la forma de enseñanza, instrumentándose una manera completamente diferente a la tradicional que otorga, en el desarrollo cognitivo, un valor destacado a las materias especiales. Es por eso necesario reconocer la fuerza revolucionaria que tuvo la aplicación de su método.
* * *
Hacia 1909 cambian las autoridades y se cierran los cursos temporarios de dibujo. Estos hechos determinan el alejamiento de Malharro de su puesto de inspector y de alguna manera la pérdida de su método de enseñanza. Desde 1908, José María Ramos Mejía preside el Consejo Nacional de Educación y sostiene, además de imprimir un sesgo nacionalista a la educación, una idea diferente del rol que deben cumplir las materias especiales. A su pedido, Carlos E. Zuberbühler, presenta un informe con propuestas totalmente distintas a las de Malharro, como por ejemplo crear un ambiente estético en el recinto escolar a partir de la inclusión de cuadros e ilustraciones. Nota 23 Esta situación también provoca la renuncia de Pizzurno.
En ese momento, Malharro recibe dos cargos en el área de la enseñanza secundaria: es nombrado Profesor de dibujo de la Escuela Normal de Maestras de Barracas al Norte y de la Escuela Normal de Profesores, así como vocal de la Asociación Nacional del Profesorado, presidida por Joaquín V. González, de la que eran miembros Pizzurno, Senet, Mercante y Enrique Romero Brest, entre otros. Nota 24
 
El dibujo en la escuela primaria
Portada el libro El dibujo en la escuela primaria
Portada del libro El dibujo en la escuela primaria
Ilustración del libro El dibujo en la escuela primaria
Ilustración del libro El dibujo en la escuela primaria
Ilustración del libro El dibujo en la escuela primaria
Ilustración del libro El dibujo en la escuela primaria
El contenido del libro, editado por Cabaut, sistematiza las ideas que Malharro logra poner en práctica a partir de 1905 y que se publican en diferentes medios como Athinae, Ideas, el Monitor de la Educación, entre otras.
Analizando diferentes propuestas didácticas de Europa y EE.UU., organiza y fundamenta sus pensamientos. En ocasiones coincide con Spencer y Rousseau o discute con Pestalozzi. Indudablemente el positivismo y la psicología experimental se filtran en su método de enseñanza. Combina, el orden y el rigor con la libertad expresiva y redimensiona la importancia del maestro en la escuela, el cual debe ser un claro conocedor de la niñez.
Pugna por el abandono de modelos vetustos, que alejan al niño del arte y del disfrute. Se opone a la división que considera al dibujo, en forma excluyente, como arte o como ciencia, como sentimiento o como razón, como expresión o como imitación. Sostiene que estos conceptos deben unirse y no rechazarse como opuestos.
Destierra la copia de estampas para dar relevancia al modelo “natural”, para lo cual incorpora “salidas”, en forma de excursiones, que establezcan un vínculo directo entre el alumno y la naturaleza, caso en el que se verifica la influencia de su propia práctica pictórica.
Su exposición es organizada e intenta no dejar nada librado al azar. Prescribe los procedimientos necesarios para aplicar su método, que propone en etapas, ofreciendo las pautas necesarias al docente. Dedica un capítulo a explicar lo indispensable del dibujo libre en la actividad diaria y censura la intervención directa del maestro en los trabajos. Le otorga, más que nada, un papel de guía que acompaña al alumno, sin obturar su expresividad natural. Siendo el dibujo una manifestación de la vida misma, es necesario tener en cuenta la individualidad de cada estudiante, su libertad expresiva, la disciplina, el pensamiento, la observación y el sentimiento que constituirán su personalidad.
 
El dibujo es, para Malharro, un método intuitivo, natural, a través del cual se expresa la imaginación. Es aquí donde, considerando el nivel psico-fisiológico de su desarrollo, reside “el yo estético del niño”. Así, vinculando su posición con la teoría de la Einfülung, declara:
“Llenar la escuela de reproducciones de bellas obras de arte para que el niño se impresione, no puede ser un medio más artificial y discutible, por más que digan en contrario los estetas de ocasión y los libros de estética teórica. La obra de arte encierra problemas de distintas índoles que requieren una iniciación previa y una serie de evoluciones sucesivas del espíritu, que están en relación directa con toda una serie de fenómenos psíquicos, diferentes en cada espectador.”Nota 25
“Primero la experiencia, después la teoría. […] La estética se encuentra en la verdad y en la ficción, en la utilidad y el desinterés; en el pensamiento y en el sentimiento; en los deseos y en las creencias; en el pesimismo y en el optimismo; en todas las manifestaciones del Universo. […] Todos esos elementos son los que el maestro tiene a su alcance para despertar la sensibilidad del niño en pos de la educación estética.” Nota 26
Y prosigue:
“Llamar la atención del niño sobre tal ó cual aspecto de la naturaleza que pasaba para él desapercibido, es una grande y positiva lección de estética; hacerle observar la armonía de un detalle ornamental en una flor diminuta que, modesta, se perdía en la inmensidad de la pradera, es una gran lección de estética […] Y enseñar, por fin, á servirse de sus ojos para ver bien cuanto le rodea, distinguiendo lo que contribuye á la expresión de un sentimiento que se desprende vago ó acusado, es una superior lección de estética y para la cual no se necesitan cuadros y marcos ni bambollas, pero sí maestros con cabeza y alma, que trabajen contentos, en la seguridad de que al esfuerzo sucede el estímulo como á la práctica debe recién suceder la teoría.” Nota 27
“De ahí pensáramos bifurcar el programa de dibujo á partir del IV grado, intensificando ciertos puntos de acuerdo con las actividades propias y generales del hombre y de la mujer, dando, en este último caso, preferencias, dentro de los horarios comunes, a aquellas trayectorias que se particularizan con cultivo del adorno, de la utilización de la fauna y la flora con fines decorativos y estéticos, como una acentuación educativa que trascienda mañana en el arreglo del futuro hogar y en las manifestaciones de las actividades propias de la futura mujer.” Nota 28
En su capítulo “Metodología”, Malharro hace un recorrido comparativo por diferentes propuestas pedagógicas, para arribar a aquellas que sientan bases que coinciden con sus ideales. Enumera así a Pestalozzi, Ramsauer y Froebel, para destacar a Pedro Schmid, un artista berlinés, que en 1825 introdujera el trabajo del natural abandonando la copia de modelos dibujados. Luego continúa con Jacotot, Hillard, el método Ravaisson y el de Guillaume. Más adelante agrega:
“En esta sucesión larga de evoluciones, de mariposeos de diletantes, artificios de pedagogos y pedagogías de artistas, se perdió para siempre de vista el factor principal: El niño.” Nota 29
“El error principal de estos métodos consistía, pues, en las especulaciones abstractas que encerraban en dosis mayores ó menores, ya se inclinaran hacia el sentimentalismo ó bien hacia el intelectualismo; importaban, en uno y otro caso, un absolutismo que, desconociendo las particularidades del niño, le negaba sus privilegios, sus derechos a manifestarse en el orden lógico que su naturaleza le imponía individualmente y la ley de la evolución colectivamente. Se empezaba por desconocer a la infancia, de entrada a la escuela, sus maravillosos medios de expresión, su lenguaje símbolo de ideas, de ideas intuitivas que inscribe con signos sintéticos de visionario […] manifestaciones potentes e integrales de una vida que en todos los momentos la vive en un mundo de magia, del que los adultos estamos para siempre excluidos.” Nota 30
En el apartado II del libro, se detalla el Programa de dibujo intuitivo: copia directa del natural de I a VI grado. Teniendo en cuenta los distintos desarrollos psico-cognitivos del niño, se proponen diferentes ejercicios:
En el primer grado:
“Iniciación en los principios que rigen á la interpretación del modelo, en su total armónico de forma, color y relieve. Copia de formas naturales simples, frutas ú hortalizas, que no respondan en absoluto á un principio de simetría y que presenten el menor número posible de detalles. Estudio del modelo en su color natural, encarando, empero, el estudio de sombras con lápiz negro. Dibujo libre.”
“Como se ve, están por completo excluidas las formas manufacturadas, siendo, por el contrario las formas naturales simples y sin detalle las que usamos como modelos. Cada tres lecciones de copia del natural interviene una de ornamentación, mediante decoración por el punto, ejercicio que se desarrolla gradualmente, ejercicio que tiene por objeto inculcar el hábito de calcular distancias y tamaños, de repetir o alternar formas iguales o diferentes, guardando simetrías o asimetrías. La copia del natural, el dibujo libre y la decoración son las tres fases de este método. Se desarrollan conjuntamente, significando una educación integral de facultades.” Nota 31
 
Programa gráfico para 1º grado
 
Programa gráfico para 2º grado
 
Programa gráfico para 6º grado
El dibujo en la escuela primaria. Programas gráficos para 1º, 2º y 6º grados
 
Para el V grado:
“Elementos de composición decorativa geométrica, aplicando los conocimientos adquiridos en la clase respectiva. Dibujo lineal a pulso. Principios de composición decorativa, de ornamentación simétrica y asimétrica mediante la flora y la fauna. Copia de figura viva. Siluetas al natural en diez o quince minutos, un niño de clase sirve de modelo. Dibujo libre”. Nota 32
 
Lápiz negro y color de un alumno de 11 años
 
Lápiz negro y color de un alumno de 13 años
 
Acuarela de un alumno de 6º grado
El dibujo en la escuela primaria. Ilustraciones de alumnos de los grados superiores
* * *
Malharro se inserta en la historia del desarrollo pedagógico del dibujo en la Argentina, logrando modernizar por completo las estructuras existentes, ubicando a nuestro país al mismo nivel de las naciones desarrolladas. Vuelve a poner en discusión a las instituciones y, relacionando teorías que parten del cientificismo positivista, logra incluir en ellas ideales espiritualistas, filosóficos y estéticos y se instala desde el mundo del arte como un verdadero intelectual que acepta los desafíos, hace suyos los problemas, propone e implementa soluciones y en su lucha, todo lo transforma.