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Breves biografías
 
Breves biografías
Algunos dossiers
 
 
 
 
Martín
Malharro
por
Natalia March
con la colaboración de Patricia Nogueira
Julio de 2012
Referencia bibliográfica para este dossier
 
 
Con su pintura antiacadémica Malharro contribuye, desde el arte, a conformar el perfil de la Argentina como nación moderna. Introductor del impresionismo y destacado ilustrador, realiza también importantes aportes pedagógicos. Su legado artístico se prolonga y enriquece a través de artistas como Silva, de Navazio, Falcini, Thibon de Libian, Giambiagi y Lamanna.
 
Introducción | Producción | Obras | Legado artístico | Biografía | Bibliografía
 
1. Formación y desarrollo artístico
2. Paisaje e ideología
 
3. Malharro ilustrador
4. Docencia y pedagogía
 
Malharro ilustrador
Malharro. La Nación, 1894
La Nación, 1894
A comienzos de la década de 1890 Malharro ingresa al diario La Nación, Nota 1 recomendado por su amigo Payró y paralelamente participa en la revista La Vasconia. Nota 2 En estas publicaciones desempeña tareas de cronista y, principalmente, de ilustrador. Si para él este oficio es una forma de procurarse el sustento, más allá de cuestiones domésticas, es conciente de su importancia dentro del marco de la producción artística. Al respecto, compara el lugar destacado que se le otorga en las capitales europeas con la poca consideración de que es objeto en Buenos Aires.
Su primer período de trabajo en nuestro medio es relativamente corto, pues en el mes de marzo de 1895 parte hacia París, Nota 3 donde continúa estas tareas, que le permiten solventar su estadía y la de su familia.
 
Periódicos
Malharro. La Nación, 1894
La Nación, 1894
Malharro. La Nación, 1894
La Nación, 1894
La mayor parte de los estudios sobre Malharro señalan que su desempeño en La Nación está dedicado específicamente a la sección “policiales”. Sin embargo, cuando se recorren las páginas del diario, se encuentra que sus dibujos acompañan también notas que tienen que ver con la actualidad y con el mundo del arte.
Desarrolla su obra a partir de detalles precisos: en algunos casos parte de fotografías de los “enviados especiales” y, otras veces, él mismo se traslada a la escena del crimen para tomar apuntes. Nota 4
Si sus ilustraciones tienen relación directa con algunas de sus pinturas, permiten, desde otro ángulo, ver como trata la figura humana y la arquitectura. Para notas de variada temática dibuja retratos de hombres del mundo del arte, la ciencia y la política, además de abocarse a tipos característicos como gauchos e indios y hacer estudios fisonómicos de delincuentes. También se encuentran entre sus motivos, paisajes urbanos de distintas ciudades del interior y embarcaciones emblemáticas de nuestra historia naval.
En determinados casos los textos que acompañan las imágenes, culminan la precisión con que el artista se aboca al tema. Nota 5 Muchos de sus dibujos son cercanos al naturalismo pero, en ocasiones, Malharro se permite trasuntar la psicología de los personajes.
 
Malharro. La Nación, 1894
La Nación, 1894
 
Malharro. La Nación, 1894
La Nación, 1894
 
Malharro. La Nación, 1894
La Nación, 1894
 
Malharro. La Nación, 1894
La Nación, 1894
 
En noviembre de 1894 una reseña sobre el 2º Salón del Ateneo escrita por Payró,Nota 6 destaca especialmente el envío de Malharro. La nota se acompaña con imágenes que recrean las pinturas expuestas: Margot de Eduardo Schiaffino, La vuelta del Malón, de Ángel Della Valle, Las guachitas de Eduardo Sívori, Sin pan y sin trabajo de Ernesto de la Cárcova y El corsario La Argentina entre otras, además de toda una serie de dibujos que retratan a los artistas participantes, firmados por Malharro.
 
Malharro. La Nación, 1894
La Nación, 1894
En relación a los viajes realizados por el artista hay que destacar un artículo que explica en detalle las riquezas y características de Tierra del Fuego, la situación particular de sus habitantes y la dura travesía que había que realizar para llegar hasta allí. Años antes Malharro había conocido Punta Arenas, teniendo entonces la capacidad de enriquecer la nota con una serie de retratos de los indios fueguinos que habitaban en las misiones inglesas, probablemente basados en fotografías documentales. Nota 7
 
En 1902 colabora con El diario –vespertino fundado por Manuel Láinez en septiembre de 1881– que, en enero de ese año, lanza un suplemento ilustrado a color que sale los domingos.Nota 8
 
Malharro. El Diario, 1902
El Diario,1902
 
Malharro. El Diario, 1902
El Diario, 1902
 
Malharro. El Diario, 1902
El Diario, 1902
 
Malharro. El Diario, 1902
El Diario, 1902
Malharro. El Diario, 1902
El Diario, 1902
Los directivos del periódico lo eligen como enviado especial para tomar apuntes de las maniobras militares del ejército en Campo de Mayo.Nota 9 Es claro que al tener que relevar estas acciones debe trabajar como un cronista, intentando en cada momento dar cuenta del mayor detalle. Por tal motivo decide titular cada viñeta: “La ambulancia en la chacra de Picho”, “En guerrilla”, “A formar batería”, “El general Roca pasando revista el 2 de abril”, “Desfilando”, “Levantando campamento”. De esta manera permite al lector comprender con mayor facilidad como se van desarrollando las acciones. Coloca la figura humana en lugar destacado y el dibujo presenta pequeñas líneas yuxtapuestas que conforman diferentes zonas de luz y sombra. Resulta interesante apreciar como se relaciona el “Soldado centinela” con Soldado, una acuarela de 1885.
Su participación en este medio es diversa. Escribe e ilustra una nota con motivo del fallecimiento del pintor Augusto Ballerini, destacando su labor en el desarrollo del arte argentino; reseña, con una serie de dibujos a página completa, la exposición de Artistas Argentinos en el Salón Castillo Nota 10 y se luce con una interesante composición en un artículo sobre el General Güemes. Nota 11
 
Malharro. El Diario, Suplemento semanal, 1902
El Diario. Suplemento semanal, 1902
Malharro. El Diario, Suplemento semanal, 1902
El Diario. Suplemento
semanal, 1902
Malharro. El Diario, Suplemento semanal, 1902
El Diario. Suplemento
semanal, 1902
La producción de Malharro para el suplemento semanal es verdaderamente interesante. Sus imágenes acompañan tanto poemas de Diego Fernández Espiro, Godofredo Daireaux y cuentos de Ángel de Estrada (hijo), como artículos de contenidos dispares, en cuyo tratamiento se destaca la libertad expresiva del pintor.
Los dibujos para escritos de Daireaux como “La fecundidad”, “La quemazón”, “Afuera”, “El domador”, “Porrazos” o “El fundador”,Nota 12 tratan escenas costumbristas donde la figura del gaucho y su vida cotidiana organizan el relato. Es así que los personajes principales se presentan en varias situaciones, sea en el rancho, jineteadas y domas, en los bailes o payando. También aborda tipos y paisajes de los alrededores de Buenos Aires.
Una compleja escena acompaña a “Bohemio” Nota 13 de Fernández Espiro: el talante romántico de la poesía le permite al artista construir una imagen ligada a sus preferencias pictóricas, además de proyectar en ella las dificultades de su propia vida. Elementos vinculados al simbolismo y al art nouveau se desarrollan en las líneas ondulantes que rodean a la figura del artista. Son los vahos del elixir de la copa que dan origen a unas musas aladas que vinculan al personaje principal con la implacable verticalidad ascendente de la muerte. Una serie de escritos en hojas de papel esparcidas por el piso, se unen, en primer plano, con una lira rota –símbolo de la música y la poesía–, quizás metáfora de las angustias de la creación.
Durante el mes de febrero, y a página completa, se publican una serie de croquis y apuntes del natural realizados por Malharro sobre la vida cotidiana en París. Diferentes vistas que se superponen, muestran vendedores ambulantes, floristas y verduleras, saltimbanquis de feria, lidos de Montmartre y el “cabaret” artístico donde, sobre una mesa, canta Aristide Bruant, famoso chansonnier representado en varias ocasiones por Toulouse Lautrec. De esta manera, junto a sus pinturas, se completa la mirada del artista sobre su estada en Francia.
 
Por esta época sus trabajos también aparecen en los periódicos La Prensa, El Nacional y La Tribuna.
 
Revistas
Malharro. La Vasconia, 1893
La Vasconia, 1893
En distintos momentos Malharro colabora con las revistas Letras y colores, Buenos Aires Ilustrado, Nota 14 Athinae, Martín Fierro, Ideas e Ideas y Figuras.
En 1893 dibuja el logo principal para el primer número de La Vasconia. Nota 15 El diseño ubica el título dentro de una cartela clásica, destacándolo a la manera de las proclamas. Para su entorno elige una serie de formas vegetales –laureles y acantos– y cintas en forma de arabesco. También realiza los encabezados de diferentes secciones y acompaña con imágenes cuentos y poemas de escritores vascos.
Desde un principio se explican los objetivos de la revista y la tapa, con diseño de Malharro, está dedicada a Don Bruno de Zabala, fundador de la ciudad de Montevideo.
 
Esta publicación incluye, en 1895, “Palacio tenebroso”, un cuento inédito de Gabriel Larsen del Castaño. Nota 16 Escrito en primera persona, tiene un tinte moralista y trágico y está centrado en la conformación de una sociedad secreta de jóvenes amigos que se reúne, luego de años, para realizar un balance de sus vidas. Malharro ubica el título del cuento sobre un paisaje de noche sombría, delineando perfiles arquitectónicos sobre los que vuelan cuervos que acentúan la sensación de soledad. El carácter del relato le permite emplear una serie de elementos vinculados con el romanticismo y el simbolismo: da forma a la muerte disponiendo un cementerio donde se destaca una truncada columna clásica a cuyo pie, ubica una armadura y una espada; simboliza las fuerzas de la inspiración con una figura femenina que sostiene una lira, sentada junto a un libro de Heine; refuerza la dramaticidad de la historia con un paisaje donde –en un anochecer con luna– la naturaleza se desarrolla salvaje en una planicie que contiene una cruz y una calavera.
 
Malharro. La Vasconia, 1895
La Vasconia, 1895
 
Malharro. La Vasconia, 1895
La Vasconia, 1895
 
Malharro. La Vasconia, 1895
La Vasconia, 1895
 
Malharro. La Vasconia, 1895
La Vasconia, 1895
 
Malharro. Letras y colores, 1903
Letras y colores, 1903
En el mes de agosto de 1904, en la tapa del Nº 393 de La Baskonia –que ahora presenta en su título esta grafía, más acorde a la lengua vasca–, Nota 17 Malharro incluye “El arroyo”, de temática gauchesca. Este mismo dibujo, pero a color, se había mostrado con el título “Dar de beber al sediento”, en la tapa del Nº 1 de la revista Letras y Colores del mes de mayo de 1903. Esta situación se repite en otras ocasiones aunque las imágenes conservan el mismo título. Por ejemplo, “Yerbeando” aparece en Letras y Colores en junio de 1903 y en el Nº 391 de La Baskonia.
Por su parte, en Letras y colores acompaña con diferentes dibujos los cuentos y poesías de Manuel Prado y Godofredo Daireaux. Nota 18 También en el primer número de esta publicación se reproduce a color el óleo Sierras de la ventana y escribe un artículo sobre el escultor Rogelio Yrurtia.
 
Martín Fierro
“Encontrar el molde en que debe vaciarse el arte para hacer llegar al pueblo la verdad y la belleza; […] Poner de relieve el adelanto, el grado de evolución á que ha llegado nuestro pueblo en su estructura mental, en sus costumbres y en su modo de sentir, de comprender la vida; […] MARTIN FIERRO será la encarnación más genuina del pueblo que sufre, ama y produce y que buscando va un poco de equidad y alivio en las fatigas y luz, luz plena para su cerebro.” Nota 19
Con el párrafo anterior comienza la edición en 1904 de Martín Fierro, revista popular ilustrada de crítica y arte, dirigida por Alberto Ghiraldo, que expresa el pensamiento anarquista. ¿Por qué ese título?
“Martín Fierro es símbolo de una época de nuestra vida, la encarnación de nuestras costumbres, instituciones, creencias, vicios y virtudes, es el grito de una clase luchando contra las capas superiores de la sociedad que la oprimen, es la protesta contra la injusticia, es el reto varonil e irónico contra los que pretenden legislar y gobernar sin conocer las necesidades de los que producen y sufren, es el cuadro vivo, palpitante, natural estereotípico de la vida de un pueblo.” Nota 20
 
Malharro. Martín Fierro, 1904
Martín Fierro , 1904
Malharro. Martín Fierro, 1904
Martín Fierro, 1904
Malharro. Martín Fierro, 1904
Martín Fierro, 1904
Malharro. Martín Fierro, 1904
Martín Fierro, 1904
Malharro. Martín Fierro, 1904
Martín Fierro, 1904
Queda así justificada la reiterada elección de la figura del gaucho en imágenes y textos de intelectuales vinculados a ideologías de izquierda, ésta es “la” figura a destacar por su lugar de resistencia y por la necesidad de consolidar la tradición nacional.
Esta revista cuenta con los únicos trabajos del artista que contienen una explícita denuncia política y social para la que, retomando una tradición ácrata, elige firmar con seudónimo, en este caso con las iniciales “M. F.” Nota 21
En el primer número participa con dos dibujos: uno está destinado al texto de Ghiraldo “Margarita Criolla” y el otro, complementa la sección Conflictos y armonías. Allí diseña, de manera lineal, dos clérigos en pleno diálogo. La imagen acompaña un texto que refiere el poder que la iglesia ejerce en la sociedad:
"–Sus temores son infundados, padre; así como la divina providencia es infinita, la candidez humana no tiene límites.
Decididamente, esto nos pertenece. Cuatrocientas sesenta y cinco instituciones religiosas formadas en pocos años, los colosos de la prensa defendiendo nuestros intereses, la educación en nuestras manos, la fortuna privada en nuestros bolsillos y el ejército, devoto, a nuestras plantas…¿Y teme ud. aún por la estabilidad de nuestra influencia?..."
El 17 de marzo de 1904 colabora con varias ilustraciones: “La moral por el ejemplo” en la tapa y el dibujo de una pareja para el cuento “Resurrección”, también escrito por Ghiraldo. Para la sección Conflictos y armonías, en esta ocasión, Malharro realiza dos figuras en diálogo que diferencia por sus vestimentas, remarcando las disparidades sociales y denunciando la explotación burguesa del patrón que, obeso y bien vestido, se enfrenta al trabajador con ropa de fajina, anciano y sin derechos. Nota 22
En el Nº 6 se publica Neuquenianas, Nota 23 poema de Eduardo Talero,Nota 24 escrito en Chos Malal en 1904. Este es uno de los pocos casos en que una composición literaria es dedicada especialmente al pintor. Sabemos que Malharro le regala a Talero dos obras, un óleo y una acuarela dedicada. Nota 25
Durante el mes de abril de este año, crea para la tapa de la revista una familia de inmigrantes acompañada por dos frases: en la parte superior a manera de título se lee “En el granero del mundo” y en la inferior, cómo si de una respuesta se tratara: “El porvenir de los gringos”. Malharro trabaja un grupo de cuatro figuras: el padre sostiene un bebé y la madre abraza al hijo mayor. Los personajes avanzan hacia un porvenir que miran con estupor: no parece augurarles nada bueno. Nota 26
En el número siguiente vuelve a participar en la portada centrándose en la situación del inmigrante y en los mitos sobre el futuro americano. La sección “Conflictos y armonías” se traslada a la tapa donde se ve una mujer revolviendo desperdicios. La figura esta tratada con detalle y se encuentra en un lugar que, apenas sugerido, se reconoce como algún rincón de la ciudad. En la parte inferior se lee el siguiente texto:
"–Veinte años de lavandera, diez de planchadora; y en las casas más ricas, y en las más aristocráticas… y hoy recojo basuras para mis pequeñuelos! ¿Y esta es la América de que me habló mi abuelo?..." Nota 27
En este número hay además ilustraciones realizadas por José León Pagano y Graciano Mendilaharzu.
 
Libros
Malharro aporta sus imágenes a una serie de libros de importantes figuras de la literatura nacional. En ellos, aunque sujeto al relato, puede ejercer su libertad expresiva. Produce gran variedad de paisajes y escenas de temática costumbrista, donde el gaucho es la figura principal.
 
Malharro. El corsario La Argentina, 1894
El corsario
La Argentina
,1894
Malharro. El corsario La Argentina, 1894
El corsario
La Argentina
,1894
La primera obra que ilustra es El Corsario La Argentina de Filiberto de Oliveira Cézar, editado en Buenos Aires en 1894 por Félix Lajouane. Allí el escritor narra las acciones heroicas de Hipólito Bouchard en las guerras de la independencia, desarrolladas en el Pacífico al mando de su nave insignia. El siguiente párrafo permite comprender la dimensión de aquella travesía:
“De esta manera, nuestro glorioso corsario, que era el heraldo de la libertad de un pueblo joven, pero que se había puesto á la cabeza de los que luchaban y se agitaban por sacudir el yugo de la opresión, iba surcando los apartados mares de Oceanía mostrando en lo alto de sus palos la enseña de Mayo, cuyos colores tomados al infinito cielo y a las nieves eternas de los Andes, son un símbolo y una promesa de fraternidad y paz para los hombres de bien, que se agrupen al amparo de su majestuoso nombre.” Nota 28
Esta descripción se acompaña con la imagen del momento del naufragio de un barco alcanzado por los proyectiles, cuyos tripulantes deben arrojarse al mar para sobrevivir. En las páginas siguientes se muestra el fusilamiento de un reo frente al muro del fuerte y una vista de las naves en plena batalla.
Los trabajos que Malharro le dedica son un caso particular dentro de su desarrollo creativo, pues tratan una temática habitual en su producción temprana –las marinas– y se relacionan directamente con la primera versión del óleo El corsario La Argentina.
 
Malharro. El corsario La Argentina, 1894
El corsario
La Argentina
,1894
 
Malharro. El corsario La Argentina, 1894
El corsario
La Argentina
,1894
 
Malharro. El corsario La Argentina, 1894
El corsario
La Argentina
,1894
 
Malharro. El corsario La Argentina, 1894
El corsario
La Argentina
,1894
 
Malharro. El faro, 1902
El faro, 1902
Malharro. El faro, 1902
El faro, 1902
Malharro. Relmu. Reina de los pinares, 1893
Relmu. Reina de
los pinares
, 1893
Malharro. Relmu. Reina de los pinares, 1893
Relmu. Reina de
los pinares
, 1893
Malharro. Recuerdos de la tierra, 1896
Recuerdos de
la tierra, 1896
Hacia 1902 se edita en París El faro, de Alberto del Solar, con dibujos de Malharro y Kowalski. La historia transcurre en el sur de Argentina, y los dibujos muestran tanto a los personajes envueltos en diferentes situaciones como paisajes con acantilados, grandes masas de hielo, lobos marinos y aves en escarpados riscos y, por sobre todo, el faro del fin del mundo (Faro de San Juan de Salvamento en la Isla de los Estados). En algunos casos trata a los protagonistas abundando en detalles fisonómicos y en otros apenas si los evoca, incorporándolos a panoramas fantasmagóricos. Seguramente las experiencias de Malharro en Tierra del Fuego gravitaron en el diseño de estos trabajos.
De Estanislao Zeballos ilustra Relmu. Reina de los pinares, en su segunda edición realizada en Buenos Aires por Jacobo Peuser en 1893. Aquí la historia cuenta la huida de una pareja de enamorados, que es perseguida a través del desierto y la selva valdiviana, en tierras de los indios ranqueles. Los protagonistas afrontan diferentes aventuras en épocas de pugna entre unitarios y federales. Las escenas tienen un aire nocturnal o crepuscular y muestran paisajes con su flora y su fauna características.
En 1896, en Buenos Aires, se edita Recuerdos de la Tierra de Martiniano Leguizamón, con dibujos de Malharro, del Nido y Fortuny. En cada capítulo el autor describe la vida cotidiana del campo transcribiendo tradiciones y empleando “voces indígenas y modismos locales”, cuyo uso y significado se aclara en el glosario incluido al final del libro. Así, se pueden leer historias breves, no relacionadas entre sí: el soldado que vuelve herido de la batalla, creencias populares de transmisión oral, costumbres típicas como payadas, malambos y rodeos.
Un dibujo a página completa, que incluye cada título –"La minga", "El chasque", "El curandero", etc.– inicia cada capítulo. A manera de portada, resume el contenido del cuento y se convierte en su emblema. A lo largo de los relatos, el artista introduce una serie de diseños que ubica entre los párrafos o en los márgenes del texto para, por último, cerrarlo con una pequeña viñeta alusiva.
En este libro Malharro emprende un nuevo conjunto de escenas locales, paisajes y elementos decorativos. Para el capítulo "La maroma cortada", realiza una composición integrada por un cartel diagonal que contiene el título, una pistola, un fusil, una espada y una lanza, enlazados con una rama de laurel, símbolo de la gloriosa hazaña del Sargento Juan Sanabria –gaucho bravío hijo de "nuestras llanuras”– que dará su vida cuidando uno de los pasos del Gualeguay.
En “Parando rodeo”, junto a lazada, apero, riendas y cabezada, el artista cuelga un letrero con el nombre del cuento. Un jinete, un toro y una carreta completan las imágenes que ayudan a visualizar tan ardua tarea. Diferentes tipos de boleadoras, dispuestas como orlas laterales, refieren a las raíces autóctonas.
Para "Juvenilia" dibuja con trazo leve la estructura de un árbol en segundo plano, para detenerse en unas golondrinas que sobrevuelan y se posan sobre una rama florida. Estas aves actúan como metáfora de la libertad y son eco de la primavera que refleja las andanzas de los protagonistas de la historia.
 
Malharro. Recuerdos de la tierra, 1896
Recuerdos de la tierra
1896
 
Malharro. Recuerdos de la tierra, 1896
Recuerdos de la tierra
1896
 
Malharro. Recuerdos de la tierra, 1896
Recuerdos de la tierra
1896
 
Malharro. Recuerdos de la tierra, 1896
Recuerdos de la tierra
1896
 
París
Se sabe, a través de cartas y notas periodísticas, que Malharro trabaja como ilustrador en la capital francesa e incluso que allí aprende la técnica del aguafuerte.
Entre los datos que llegan a nuestros días, no hemos podido confirmar que tipo de participación tuvo en Le Figaro. Se sabe que trabajó para ese medio por un epígrafe –situado  bajo la foto del artista en su taller en París–, publicada por Caras y Caretas en 1899 Nota 29 También existen testimonios Nota 30 que afirman no haber encontrado colaboraciones dignas de mención, por lo menos en los meses previos a agosto de 1899. Queda pendiente estudiar en detalle no solo el periódico sino la edición de Le Figaro Illustrè.
 
Lisez-moi Ça! (portadilla)
Lisez-Moi Ça!
(portadilla)
 
Le Mois Littérarire et Pittoresque, 1900
Viñetas para Le Mois Littéraire
et Pittoresque
, 1900
 
Partitura Marquis et Marquise
Ilustración para la partitura
Marquis et Marquise
 
Eugenio Damblans
Figurines
Eugenio Damblans
Eugenio Damblans
Foto dedicada a Malharro
Sí es seguro que diseñó viñetas para secciones de la revista Le Mois Litteraire et Pittoresque, Nota 31 donde Mucha, destacado representante del art nouveau, se desempeñaba como ilustrador principal. Malharro figura en la lista de colaboradores y, en algunos casos sobre las imágenes que combinan lo lineal con arabescos y formas naturales, puede leerse la “M” característica de su firma.
También ilustra algunos libros de Pierre L' Ermite –seudónimo de Monseñor Edmond Loutil–, como Lisez-moi ça; Et ça y Et de Quatre, publicados por la editorial Maison de la Bonne Presse. En estos trabajos aparece firmando junto a Eugenio Damblans, a quien había conocido en Buenos Aires y con el que mantendrá una larga relación. Nota 32
De su producción parisina queda además un conjunto de partituras que se encuentran en la Bibliothèque Nationale de France. Entre ellas, la de Marquis et Marquise –composición para piano de Eugène Chabas–, que exhibe en la portada una escena galante firmada por Malharro.
 
Malharro. El faro, 1902
El faro, 1902
Es indudable que en esta etapa Malharro entra en contacto directo con el art nouveau, a partir de las muchas ilustraciones que ve y lo que comparte con artistas en los medios donde trabaja. Sin embargo, esta influencia no es notoria, salvo en lo que se refiere a guardas, marcos y viñetas decorativas que determinan el armado de la página, o en algunas ilustraciones sobre todo realizadas para el suplemento semanal de El diario. Nota 33 En términos generales, oscila entre un realismo descriptivo –en muchas ocasiones tributario de la fotografía–, y soluciones derivadas del impresionismo y del posimpresionismo, a través de las que se trasunta, en pocos casos, la influencia de la estampa japonesa, sobre todo en el tratamiento de algunos paisajes.