Concibe a Almendra, su única hija, que nace el 7 de septiembre. Julio cuenta que “se le ocurrió pintar un mundo de fantasía, de zócalo a techo, en la habitación que le estaba destinada” y agrega que “cuando nos mudamos el dueño, nos hizo tapar la pared”.
Por entonces Liliana pinta soles, nubecitas, castillos y gatos en un estilo naif. Se conservan aún algunos de estos trabajos realizados en óleo sobre tela, fechados entre 1978 y 1979.
Se instalan en la casa de Cabrera y Billinghurst, antigua construcción que ocupa toda la esquina, que tenía el empapelado original, sin gas, pero con cocina eléctrica, con pequeños mosaicos hexagonales y vitrales en el techo.
El 28 de septiembre fallece su madre.