Era importante saber qué día, de qué mes, de qué año y en qué país uno estaba entrando a ver la muestra que Liliana Maresca y Ezequiel Furginele [sic] presentaron en Adriana Indik. [...] No por nada la muestra se llamó los Mitos del Plata. Cierta ceguera mental hace que los habitantes de estas tierras sigamos aferrados a ciertos hábitos que no nos dan hálitos para vivir, sino sólo para sobrevivir. Aquel lado oscuro que no siempre estamos dispuestos a aceptar. Entonces parte de la propuesta fue poner los mitos en cajitas-tumbas para poder comenzar de nuevo. [...]
Nos podemos remitir al pasado, de inmediato hacemos referencias a dadá o neo-dadá, a la década del '60, pero ellos mismos aseguran que no les interesa el ser distintos, sino el ser. Dicen: “No hay nada nuevo que pensar, sino hacer. Hacer o morir”. Hecha esta salvedad recorremos la muestra y percibimos el humor, la ironía, la crítica, nos reímos y sentimos el impulso renovador para nuestro medio desde un ángulo de visión de gran libertad. Tomémoslo como experimental, tal como los autores lo consideran. Ellos dicen: “Es un grito de vida”. [...]