KERMESSE posmoderna. En medio de La Recoleta. Entre la Iglesia del Socorro [sic] y La Biela erigida como las tradicionales kermesses de pueblo y lenguaje muy diferente. Con puestos de tiro al blanco –en este caso los enormes pechos de una rubicunda muñeca–, vidente, espectáculo musical y personajes de bazar. Con la magia, la decadencia y el patetismo de esos antiguos centros de entretenimientos trotamundos. Una kermesse postmoderna concebida por dos escultores cansados de tener que hacer sus figuras en solitario y colgarlas casi anónimamente en muestras de galerías higiénicas y remunerativas. Con acuerdo del arquitecto Giesso, director del Centro Cultural Ciudad de Buenos Aires, se armaron el circo más desopilante que hayan podido ver los porteños desde la época del Di Tella. Ahí, en el medio de La Recoleta y dentro de una antigua capilla. Con travestis al desnudo y toda la parafernalia paracultural de los '80. [...]
Liliana Maresca, coautora del proyecto La Kermesse junto a su colega Daniel Riga. "Esto es una simple experiencia de esculturas a la que le agregamos el movimiento a través del actor y le inventamos todo un mundo a su alrededor. Es una forma de desmitificar esas figuras solemnes de galería a la que el espectador jamás puede acercarse. Acá la gente juega con la escultura, la toca, la reinventa". [...]