primera vez que tengo retorno con una muestra, la obra continúa con los llamados que hacen pensar qué estoy haciendo. El público es gente que está fuera del circuito de la plástica, no me llaman para decirme '¡Qué buena tu obra!': en general la captación es elemental, evidentemente cuanto más elemental, más llegás a la mayoría de la gente. [...]
Eludir el espacio de una galería de arte o un centro cultural tiene sentido para Maresca que piensa que "el arte metido en museos, años después de haberse generado no tiene validez, se convierte en un esqueleto y pierde el sentido que lo generó; si la obra genera algo es solamente en su contemporaneidad, el hecho de que mi muestra esté en una revista tiene que ver con nuestro medio, con la Argentina y con dos tipos que dirigen la revista que son porteños y que están insertos en el mundo de la plástica".
Desde el punto de vista conceptual, la obra apunta a la inmaterialidad, ya que no tiene más existencia física que el soporte en dos páginas de una revista; sin embargo, a diferencia de los conceptualismos tradicionales, tiene una fuerte carga erótica. "Creo que el erotismo es la comunicación mas primaria, y yo con mi obra estoy hablando del amor, del encuentro, de la amistad con otro. Estoy rescatando la posibilidad de disfrutar de mi cuerpo, que no se hizo para sufrir sino para gozar, la obra me sirve para conectarme con mi propio erotismo, y para superar mi tilinguería."