Junto a Elba Bairon y Margarita Ezcurra, Liliana Maresca expuso en la Gal. Sara García Uriburu, durante el mes de junio. Sobre un muro, pequeños cuadritos enmarcados, encolumnados como en frisos verticales; imágenes de rostros que no emulan ninguna fisonomía: tienen los rasgos estrictos para instituirse como un rostro genérico. Las figuras son descarnadas; no hay volumen, ni sombra. Cada una de ellas alude a una cierta expresividad dramática; presenta, sin notaciones definitorias, impotencia, estupefacción o alegría en gestos crispados, que son la ineludible expresividad del hombre.