El café La Rotonde
es creado en 1903 y agrandado al año siguiente por su dueño, Víctor Libion, librero conocido en la ciudad. Su legendaria terraza juega un rol esencial en los encuentros artísticos de Montparnasse. Antes de la Guerra es frecuentado por Wilde, Kisling, Cendrars, Salmon, Jacob, Picasso, Modigliani, Ortiz de Zárate, Rivera y Léger; años más tarde se incorporan artistas de origen latino, escandinavo, suizo y ruso. Allí se discuten las tendencias del arte moderno y, por supuesto, cubismo, fauvismo y suprematismo son términos que convergen o divergen en acalorados intercambios. Libion se abona a los periódicos del mundo entero. Con frecuencia, y a falta de dinero “contante y sonante”, las consumiciones de los artistas son pagadas con obras, práctica muy corriente en Modigliani y Kisling, quien recuerda que en 1916 Libion le abre un crédito por 75 francos a cambio de un retrato de Jean Cocteau. De esta manera, sus muros van quedando gradualmente cubiertos por telas de Chagall, Picasso, Modigliani y otros con lo que, en poco tiempo, el café pasa a ser una suerte de galería de arte de la “Escuela de París”, anulando las distancias entre los espacios consagrados y los de la vida cotidiana; de este modo, el arte invade la vía pública.
Más avanzada la década, el 20 de diciembre de 1927, se inaugura La Coupole. Su apertura es el gran acontecimiento de la década. Si aceptamos como cierto el relato de Valérie Bougault, resulta curioso saber que mil quinientas botellas de champagne, diez mil canapés, tres mil huevos duros y mil postres son consumidos esa noche por los cientos de invitados que se congregan atraídos por las luces de la fiesta. Vlaminck, Cocteau, Foujita y Cendrars pueden admirar allí la enorme sala interior cuyas columnas habían sido decoradas por Kisling, Léger y Maria Vassilieff. Los “años locos” encuentran en La Coupole su símbolo.
En cuanto a las academias, las hay de todo tipo. Desde aquellas cuyo objetivo es preparar a los aspirantes para entrar en la Escuela de Bellas Artes, hasta otras donde se sigue una completa formación artística, o bien simplemente las que permiten realizar apuntes y estudios de manera informal y libre, incluso sin las correcciones de un maestro, modalidad absolutamente desconocida y estimulante para los artistas argentinos.
Ya antes de la Gran Guerra, en Montparnasse, hay importantes academias de entrada libre. La Colarossi,
que tiene algunas habitaciones y admite pensionistas, es dirigida en primera instancia por Carmine, antiguo modelo; allí, luego de Rodin y Whistler, enseñan Charles Guérin y el grabador Bernard Naudin. Bonnard, Vuillard y Serusier corrigen en la academia Ranson,
dirigida por la viuda del pintor simbolista Paul Ranson, su fundador. Por su parte y, entre otros motivos, a causa de sus modestos precios, la Academia de la Grande Chaumière
llega a ser la más popular: 50 céntimos. por una
séance (sesión) de 20 minutos es razón de peso que decide la asistencia de los artistas más jóvenes. Otra de las razones de su éxito se debe al prestigioso plantel docente que cuenta, entre otros, a Bourdelle –entre 1909 y 1929–, a Friesz –en 1926– y a Léger –en 1931–. A su vez Marc Chagall, Roger de la Fresnaye y Dunonyer de Segonzac son maestros en la Academia de La Palette.
También tienen reputación la Academia Moderna, fundada por Ozenfant y Marie Laurencin y la Escandinava,
creada en 1926, donde enseñan Othon Friesz, Charles Despiau, Charles Drufresne y Henry de Waroquier entre 1927 y 1929. Sin embargo, estas academias son eclipsadas por las que, en forma individual, abren Lhote, en 1925 y Léger, en 1931.
En una carta enviada a su familia, a pocos días de llegar a la capital francesa, Butler realiza una semblanza muy precisa de sus primeros días en París y de la vida en Montparnasse. Allí describe puntualmente la variedad de academias y los diversos cafés del barrio; en La Rotonde, por ejemplo, el artista tiene oportunidad de asistir de manera constante, a exposiciones de todo tipo y de ver, no sin asombro, al japonés Foujita quien, con su clásica camisa a cuadros blanca y roja, es acompañado por una exótica modelo negra con turbante plateado sobre su cabeza.