Kenneth Kemble
Paisaje suburbano II, 1958
Kenneth Kemble
El rey de los pordioseros
enormes signos negros, trazados sobre fondos blancos, no eran el resultado de un gesto rápido, sin posibilidades de rectificación. No tenían más que una relación irónica con el informalismo gestual. Los trazos provenían de pequeños fragmentos de bocetos, que habían sido intencionalmente preparados, seleccionados con una ventana de papel (recurso que le había enseñado Lhote para elegir un fragmento del paisaje). Esos fragmentos eran transpuestos a la tela, sugiriendo la acción miocinética de un gigante. Antes de finalizar 1960, con esa intención, Kemble pintó un monumental panel para la Exposición Internacional del Automóvil, instalada en la Sociedad Rural de Palermo. Era un signo negro, tenso y contundente, de 16 X 20 metros (destruido), que simulaba ser el gesto espontáneo de la mano.
Mientras tanto, en 1960, trabajaba en varias series de características diferentes. Por una parte, realizaba collages y assemblages con materiales maltratados por el uso y el tiempo, por el óxido y la podredumbre. Asimismo, realizaba pinturas matéricas de gran restricción cromática. Su interés estaba centrado en las posibilidades que diferentes procedimientos le ofrecían como instigadores de la imaginación.
Luego de exponer los “signos negros”, el 21 de diciembre de 1960, Kemble inauguró en la Galería Lirolay una exposición de óleos (1958-1960) y collages (1956-1959). Los collages se basaban en el uso de trapos y