centro virtual de arte argentino
Menú
Página principal
 
Página principal
Un panorama del siglo XIX
 
Un panorama del siglo XIX
Un panorama del siglo XX
 
Un panorama del siglo XX
Índice de dossiers
 
Índice de dossiers
Breves biografías
 
Breves biografías
Algunos dossiers
 
 
 
 
Informalismo
en Argentina
por
Jorge López Anaya
Agosto de 2003
Referencia bibliográfica para este dossier
English version
 
El informalismo argentino incorporó a las prácticas artísticas locales, procedimientos reñidos con el “buen gusto”. Basado en las poéticas existenciales, a través de la espontaneidad gestual y el empleo de materiales de desecho, violentó los límites de los géneros artísticos tradicionales y abrió el camino al objeto, las instalaciones y al arte de acción.
 
Definición | Historia | Artistas | Arte destructivo
Greco
 
Greco. Negro
Alberto Greco
Sin título o Negro,
1959/1960
 
propias víctimas –las cargadas de prejuicios, sobre todo sociales– eran quienes coqueteaban con él. Lo veían como un ángel liberador de los prejuicios que en definitiva ataban a ellos mismos”. Greco escribió: “Mi obra empieza cuando mi carnaval termina. Le llamo carnaval pero no es: es simplemente necesidad de espíritu, de espontaneidad, de alegría de vivir.”
Su desencanto con la tendencia que había contribuido a difundir en Buenos Aires era evidente. Greco solía repetir: “Cuando llegué de Brasil mi sueño era formar un movimiento informalista, terrible, fuerte, agresivo, contra las buenas costumbres y las formalidades. Se impuso lo peor del informalismo: lo decorativo, lo fácil, aquello que no soporta ser visto dos veces.”
Luego retornó a París. Al comenzar 1962 participó en Curatella Manes y 30 argentinos de la Nueva Generación, una muestra organizada por Germaine Derbecq en la galería Creuze-Messine. Según parece, a la inauguración –que fue muy concurrida– asistieron Malraux y Le Corbusier. Greco presentó su primera propuesta de “Arte Vivo”: Treinta ratones de la nueva generación, un recipiente de cristal, con fondo negro, en cuyo interior había treinta ratones blancos. La obra duró sólo un día por el mal olor que despedía. A partir de esa muestra comenzó con las “acciones” que denominó Vivo-Dito. En marzo de 1962 realizó en las calles de París su Primera Exposición de Arte Vivo, “firmando” personas. Luego, en el salón
continúa
<<
<
 
5/12
 
 
>