En septiembre de 1958, (Tomás Monteleone, Aimogasta, provincia de La Rioja, 1931) expuso individualmente en la Galería Galatea. Sus obras, que ya anunciaban la adhesión a las prácticas informalistas, estaban fundadas en grandes manchas que denotaban la velocidad del gesto al arrastrar la pintura sobre la tela. En los trabajos expuestos con el Movimiento Informalista, se valió del elemento gestual puro, desarrollando un lenguaje basado en los grandes trazos que obtenía por el arrastre veloz de la pintura sobre la tela. De esta manera, los colores se mezclaban azarosamente.